Ecos (Miniserie de TV)

Estas "Twins" tienen mas peligro que un elefante en una cacharrería. Madre de dios, un petardazo de aúpa el que me acabo de comer.

Si en algún momento la serie pueda tener cierto interés, éste se va desmoronando poco a poco en una especie de galimatías, absurdo e ininteligible.

El guion deriva en una especie de "Oca a Oca y tiro porque me toca", que volvería majareta a la mismísima "Enigma".

La creadora, guionista y directora de la serie, una tal "Vanessa Gazy", muy posiblemente haya tenido que acudir a terapias recuperadoras anti estrés. Algún centro especializado perdido en los "Apalaches", seguramente.

Michelle Monaghan es una chica muy guapa y no me parece una mala actriz, pero últimamente la veo metida en cada "Sarao" de aúpa.

Me gusta el género intriga, misterio, drama incluso, pero es que "Dualidad" roza la "Ciencia Ficción". Por momentos, esta serie me daba la sensación de ser, un clásico telefilm de fin de semana post o pre digestivo, pero a lo bestia.

En fin, de acuerdo que las hay mucho peores, además, por arrobas. Pero esta serie, aunque tenga momentos interesantes, puede provocarte un auténtico cortocircuito neuronal y con las pupilas haciendo elipses.

Sin querer hacer spoiler, el final es de traca. Con unas pesquisas policiales que harían sonrojar al mismísimo "Colombo". No sabes si ponerte a llorar o, por contra, ponerte el gorro de "Napoleón" y sacar el "matasuegras".

La puntuaré con un 5 por respeto a las legiones de fans del género. Pero Ufffff!!!!

Thriller. Sí, empiezo por el gancho: de thriller tiene tres minutos. El resto es relleno de gomaespuma. La historia (por llamarla de alguna manera) parece estar zarandeada por varias manos y el resultado es un hervidero de tramas insustanciales y aburridas. El hecho de llegar al último capítulo con un mínimo de interés requiere mucho por parte del espectador, y si se consigue, ya uno no sabe bien qué demonios le han estado contando anteriormente.

La historia. Tiene tela: dos gemelas que se suplantan y que, mira tú por donde, tienen asuntos pendientes una con la otra, la una con la familia de la otra, la otra con la familia de la una, la hermana en discordia por el medio, el padre que buenamente lleva como puede el estar en medio de semejante caos, los maridos, etc. Telenovelesco, más bien.

Personajes. Las dos hermanas están ruinosamente confeccionadas, y eso que Michelle Monaghan se ha caracterizado por ser una actriz decente, pero malas decisiones tomamos todos en algún momento. Matt Bomer pasa por ahí como en plan invitado. Los secundarios no aportan nada, aunque lo intente la tercera hermana en discordia, pero ni su historia parece casar con el desaguisado principal. Quizá, lo mejor (por decir algo) sea el personaje de Jonathan Tucker. Mención aparte, la sheriff. Tiene miga por lo irritante que llega a ser y el tópico típico que calza Netflix siempre que puede.

Conclusión. Me es imposible detallar nada. Aprovecho que sólo hay una crítica para crear el aviso. Es aburrida e inane, no responde a ninguna de las preguntas que plantea en su origen, tiene un aroma a telefilm que, a medida que avanzan los capítulos, cambia a olor cutre. No la recomiendo para nada.

Quizás la intención fuera acercarse al thriller, suspense o hasta algo de misterio, pero el resultado me ha parecido un drama televisivo excesivamente alargado.

Y no voy a alargarme yo también..: Monaghan hace bastante bien su doble papel, y tengo que comentar que el rol de la sheriff me encantó, y aparte de eso, todo pasable, pero los siete capítulos se me acabaron haciendo eternos, aún teniendo algunos giros durante la larga trama que intentan atraer de nuevo la atención del espectador adormilado, pero conforme pasan más y más minutos, se hace hasta tediosa.

Alguien más entendido que yo comentará algo respecto al montaje, yo solo puedo pensar que habrá sido infernal y caótico para este resultado final, un lío de doble vida con problemas familiares, entremezclando la niñez, adolescencia y etapa adulta de la protagonista.

Con 3 o 4 capítulos hubiera bastado, quitando relleno y algunas subtramas que no tienen importancia, o al menos no se la dieron.

Wolf.

Michelle Monaghan es una actriz solvente que rara vez tiene la ocasión de encabezar repartos. Pero aquí es la protagonista absoluta (por partida doble, de hecho), de esta miniserie de intriga.
Comienza con la desaparición de su hermana gemela y luego nos lleva por un laberinto de flashbacks y líos familiares, en su investigación personal de lo que ha pasado.
La serie no es, desde luego, de las que dejan poso ni van a aumentar los suscriptores de Netflix.
Su desarrollo es bastante normalito, con algunos giros y sorpresas que no nos van a dejar impactados, pues no destaca mucho en nada. Tan solo es una buena opción si no hay otra cosa que ver (algo improbable con las toneladas de series que hay para elegir), pues entretiene por la mínima y es bastante corta.
De hecho, tiene cosas en el guion que no parecen demasiado trabajadas. No le veo sentido a que la protagonista ande engañando a todo el mundo cuando creo que eso no era necesario para llevar a cabo sus pesquisas. Además, hay cosas que sabe sin que quede claro cómo. Y por si fuera poco, la narración es un poco confusa, cuando verdaderamente tampoco tiene tanta enjundia todo en realidad. Es liosa por cómo te lo cuentan, y no por lo que te cuentan.
Por cierto, el personaje de la sheriff es muy patético. Esta mujer de ojos saltones se inmiscuye en todas partes con su falso buen rollo, y termina siendo bastante cargante.
En definitiva, una serie para ver si no tienes otra cosa, porque si no la ves no te pierdes gran cosa y es fácil de olvidar. Aun así, Monaghan está bien y el resultado es raspadito para darle el aprobado. Tal vez sea muy benevolente, pero por lo menos he sido capaz de verla completa sin que me entren ganas de abandonar.

Hace tiempo que no veía nada tan malo en Netflix, y eso que esta plataforma... tiene lo suyo. Dos hermanas gemelas con las que uno no empatiza para nada, (Leni "la buena", Gina "la mala", es tan absurdo como parece) se intercambian las vidas desde pequeñas porque se les antoja lo más normal jugar con todo el mundo a su alrededor. Hasta el punto de intercambiarse los maridos, las vidas, los trabajos e incluso la hija de una de ellas. Bueno, lo peor de todo es que no hace falta contar el argumento, no tiene sentido hacerlo, porque toda la serie es un puñetero despropósito: tienen una hermana menor paralítica por obra y gracia de una de ellas, que se deduce por flashbacks que es mayor que ellas. Lo que ocurre es que la actriz que la interpreta es bastante menor que Michelle Monaghan, que debe tener un ego mastodóntico para participar en algo así.
Todo esto aderezado por un Matt Bomer que corretea perdido sin saber qué hacer, (lo cual es muy triste después de haberle visto en una obra maestra como la 3ª temporada de The Sinner), y una escena que pone los pelos de punta por algo diferente a las intenciones de las creadoras: una gemela persiguiendo a la otra con un hacha en la mano, canturreando su nombre como en toooodas las películas malas del género tonto que se recuerdan.
Por favor, clávate un lápiz ardiendo en la retina antes de ver esta porquería, te harás un favor.