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La dimensión desconocida: Yo soy la noche, píntame de negro (TV)

Drama. Thriller. Intriga El sheriff de una pequeña localidad se prepara, de madrugada, para el ahorcamiento de un condenado, acusado de asesinato, cuya hora fijada es las nueve de la mañana. Pero tanto él como otras personas del pueblo observan cómo, pese a ser casi la hora de la ejecución, aun no ha amanecido. (FILMAFFINITY)

Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
15 de marzo de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La luz del sol no llega a un pueblecito en la mañana en que está programada una ejecución.

Rod Serling reincide en el mensaje político en un episodio que utiliza la oscuridad como metáfora. La sociedad ha declarado culpable a un hombre. Aquellos que podrían haber cuestionado el veredicto decidieron callarse para no ver peligrar su estatus. Se nos dice claramente que el procesado poseía ideas diferentes a la mayoría, que era ateo. Sólo les hubiera faltado colgarle un cartel con la palabra “comunista”.

El odio nos ciega; una sociedad incapaz de ponerse en el lugar del otro sucumbirá a la noche perpetua. Aunque hay otros capítulos que cuentan lo mismo mejor, esta entrega no se debería desdeñar.
Jackie Daytona
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22 de abril de 2022
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¡Qué lástima que el capítulo no haya tenido mucho aprecio como el que yo le he tenido viéndolo! Este es un capítulo que se adentra en terrenos poco explorados en la época en la que se hizo, como es el tema racial. El tema racial era un tema muy antiguo en realidad, desde la época de la esclavitud, pero en los años sesenta era cuando empezaba a tener relevancia en el mundo moderno.

Pero eso no es lo que me llamó la atención, porque en los años sesenta eso es normal, lo que me llamó la atención fue lo bien que estaba hecho el capítulo. Se añade fantasía y efectos dramáticos al mismo tiempo con la música y con el juego de luces como efecto especial soberano del capítulo, contando así la historia de una manera interesante y digna de vivirla con placer y gozo. Con personajes creíbles, diálogos que no lo son, porque están dramatizados, pero que por otra parte se presentan como verdaderamente tangibles a la realidad cruel. Eso está muy bien hecho y por lo que le puse un diez al capítulo.
Yocono
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4 de abril de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
105/02(02/04/22) Disfuncional y a la par espléndido episodio de la serie de culto antológica creada por Rod Serling para la CBS, y es que es que es el único capítulo no producido por el referido creador, siendo un cortometraje francés de 1962 ganador del Oscar en la categoría, que el el productor William Frogg vio y decidió comprar los derechos para transmitirla en la televisión estadounidense. La transacción le costó a ‘The Twilight Zone’ $ 25,000, significativamente menos que el promedio de $ 65,000 que gastaban en producir sus propios episodios, sin embargo, la compra de Frogg permitió que la película se emitiera solo dos veces (la primera emisión fue el 28 de febrero de 1964, dos años después de su estreno en Cannes, siendo el episodio 22 de la quinta temporada). Se basó en el cuento homónimo estadounidense de 1891 del soldado, ingeniero y escritor de la Guerra Civil estadounidense Ambrose Bierce. Dirigida por Robert Enrico y música de Henri Lanoë, que tiene gran importancia en crear el estado de ánimo onírico y cuasi-lisérgico, siendo rodado totalmente en exteriores naturales. La introducción del episodio es notable porque Rod Serling rompe la cuarta pared incluso más de lo habitual, explica cómo la película se filmó en el extranjero y luego se transmitió como parte de la serie. Es sobre todo un alegato contra la pena de muerte, donde la actuación del protagonista Roger Jacquet es maravillosa para empatizar con su sufrimiento, mediante su poderosa expresividad.

Un volante colgado en un árbol quemado, con fecha de 1862, anuncia que cualquiera que interfiera con puentes, vías férreas o túneles será ejecutado sumariamente. Las tropas de la Unión preparan a un prisionero civil, Peyton Farquhar (Roger Jacquet), para morir colgado de un puente ferroviario rural. La banda sonora contiene solo ruidos de pájaros y breves órdenes militares. Mientras se ajusta la cuerda alrededor del cuello de Farquhar, tiene una visión de su hogar, esposa e hijos pasa ante él.

Estando centrado el metraje en una ejecución, algo muy visto ya en la serie en capítulos como 'Shadow Play', 'Execution', 'Dust', o 'I Am The Night Color Me Black'. Es un episodio muy simple, sin apenas palabras, es la fuerza del sonido y las imágenes, donde la fenomenal fotografía en glorioso b/n de Jean Boffety (“Vida de mujer”) resulta fundamental para impregnar al espectador del desasosiego y empatizar con el sufrimiento del protagonista. Basado principalmente en una persecución por un rio con rápidos y luego por un bosque cuasi-mágico por el modo en que se filtra luz del sol por entre el follaje. Lo que llama la atención es la proyección de una atmósfera opresiva, ya desde su inicio con los rituales de un ahorcamiento sobre un puente, todo muy protocolario, hasta que cuando se descuelga la cuerda para la ejecución esta se rompe y el reo cae al fondo del rio, produciéndose una angustiosa secuencia del hombre intentando soltarse de las amarras. Tras lo que se produce otra tensa secuencia cuando emerge, con los soldados disparando, con incluso cañonazos. Tras lo que hay una impresionante bajada por las bravas aguas. Y por fin consigue llegar a la orilla y sentimos con él su alegría de sentirse libre y (quizás) haber escapado. Tras lo que sale y corre por un bosque mientras escucha disparos tras él, incluso tambores militares. Ello mientras de vez en cuando el reo visualiza a su amor. A todo esto se añade un neurálgico tema de Kenny Clarke “A livin' man”, que baña el desarrollo de una melancolía trágica que nos hace pensar que en cualquier momento atrapan a este desgraciado.

Es un corto cargado de un lirismo sensorial epidérmico, que sin contar nada original, si es capaz de hacerte sentir la angustia vital del protagonista, sentimos con él su esperanza, su zozobra, eso porque ya al principio te ha hecho sentir su terror ante el quicio de esta pseudo-quilla en la que pende con la soga al cuello. Es las ansias de libertad lo que nos engancha al protagonista, ello por lo brillantemente que esta filmado para hacernos mimetizar con él. Hasta desembocar todo en un final que ya se huele (spoiler), pero no quita que el espectador se emocione y quede conmovido por la conclusión (spoiler), de las que estremece.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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