Manual de la vida salvaje (Serie de TV)

Se aprende una lección, que es: Todos nos vendemos... solo hay que encontrar el precio. Producto insípido con el que me ha costado conectar... hasta que decidí desconectar.

En la app de la serie, donde se conecta con los muertos se dice: "Nosotros no vendemos la verdad, vendemos consuelo". Funciona atiborrada de frases rotundas, que parecen tener significado, pero lo único que se produce es un resultado donde el pasado del fallecido, con sus auténticas verdades, parece florecer, con independencia de a quien va dirigido.

Pese a lo novedoso del argumento, el enfoque no es el correcto, ni tampoco sus objetivos, considero que no los cumple.

Incluso dando por sentado que nos encontramos ante una serie de ficción, con todo lo que ello implica; no me contagia ninguna emoción, no pillo su interés dramático. Me parece que la app de contactos con los muertos, es una estupidez...

No contiene motivos suficientes para prestarle atención. De echo no la terminé de ver, tras 4 capítulos decidí no continuar. Demasiado interesada en decir cosas importantes ¿Sobre qué? Se deja llevar por su propio juego.

Las películas y series de cuchilladas salvajes entre adultos sedientos de dinero y poder me suelen dejar un poco frio. Algo de esto hay en esta serie donde un grupo de amigos monta una start-up tecnológica donde deberán enfrentarse a diferentes dificultades y dilemas que les pasarán factura en lo personal. En este caso, la manera como se presenta el tema me ha gustado, en un lenguaje cinematográfico muy desenfadado, de tomarse poco en serio, como ellos mismos parecen hacer con la empresa al principio, más como una aventura de amigos que como un verdadero negocio.

Los personajes centrales y sus relaciones resultan creíbles (aunque las motivaciones profundas estén más insinuadas que mostradas en detalle) y van acompañados de un conjunto de secundarios que los complementan muy bien, desde los padres, amantes o parejas, hasta varios de los trabajadores de la empresa.

Y la idea de la empresa (algo que te permitan seguir comunicándote con tus seres queridos después de su muerte) abre todo un conjunto de dilemas éticos, emocionales, de intereses contradictorios, de regulación y privacidad, que también resultan interesantes.

He visto críticas bastante malas y me gustaría romper una lanza a favor de esta serie.
A mi me está gustando mucho. Te pone en la situación donde los negocios son lo primero pasando por encima de todo, incluso sacrificando relaciones personales importantes. Los escrúpulos duran tres minutos y la traición es un “modus vivendi”.
La protagonizan actores jóvenes pero no la considero ni mucho menos una serie para adolescentes.
Vale la pena verla!