Tierra de pasiones

Ambientada en la guerra entre franceses e ingleses, que tuvo lugar en Canadá a mediados del siglo XVIII por el control de estas tierras, es la historia de amor entre una joven campesina y un audaz aventurero.

François Le Gardeur (David La Haye) un rico y joven aventurero contraviniendo los deseos de su padre, prefiere vagar por el bosque a aceptar las comodidades que le ofrece su familia de Québec, luchando contra los ingleses para evitar la invasión.

Su encuentro con la hija del molinero, Marie-Loup (Noémie Godin-Vigneau), una bella y salvaje mujer de quien se presume que practica la brujería, marca el inicio de una ardiente pasión.

La historia irrumpe en sus vidas cuando Inglaterra pretende instaurar un nuevo régimen que dejará poco espacio a los sueños y pasiones de estos franceses abandonados por Francia.

La película tuvo un presupuesto $33 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $2,0 millones, además recibió doce nominaciones a diferentes premios, de los cuales gano dos de ellos.

“Nouvelle France” es la película más cara de la historia de la cinematografía canadiense, alrededor de 33 millones de dólares, pero ha sido un considerable fracaso. Lo triste de esto, es que toda esta inversión ha quedado en nada tras una pobre acogida en la taquilla y unas duras críticas.

No empecé haber contado con estrellas como Gerard Depardieu, Irene Jacobs, Vincent Perez, Jason Isaacs y Tim Roth, al prestigioso compositor Patrick Doyle a cargo de la banda sonora, además de contar con la cantante canadiense Céline Dion, que grabó el tema central de la película, titulado “Ma Nouvelle-France”.

La película pretende ser un “Titanic” (1997), un amor imposible en un drama histórico, pero su excesivo énfasis en la trágica historia de amor oscurece el resto de la película. La película parece que nunca va acabar, por el ritmo tan lento que lleva.

También el film carece de exactitud histórica y geográfica, está teniendo lugar en la ciudad de Quebec, pero las imágenes se encuentran mostrando el Océano Atlántico.

El argumento es pobre, las actuaciones de los actores muy malas y la peli se hace todo un tostón. Yo me puse a verla porque me suelen gustar bastante las películas históricas y de época y ésta es uno de los mayores bodrios que he visto. Yo recomiendo que nadie pierda el tiempo viéndola, ni se aprende nada de historia, ni tiene batallas que la hagan entretenida, ni la trama de la misma es consistente, por lo que os aburriréis un mazo. Los actores son fráncamente malos y las escenas pésimas, ni siquiera los vestuarios o el decorado están algo currados. Lo dicho, una bazofia.

Llegó un momento de la película en que sentí que estaba viendo la novela de las 4pm... creo que ni el director ni los actores pudieron sostener una historia como esta durante tan largo tiempo... el cual fue innecesario para tal tipo de argumento.

¿De qué iba? A sí, ya... cada vez tengo menos memoria para aquellas películas que no me despiertan ningún tipo de interés. ¿Algo bueno? Sí, supongo que algo habrá, ¿la banda sonora? Sí, no estuvo mal. ¿Los actores? Sí, agluno hubo, hay grandes actores en esta película, pero están nadando en una película mal dirigida y se diluye.

Como contexto histórico (no sé si será muy real) puede ser interesante, el momento que Francia deja Canadá y entran los ingleses. Quitando eso, hay un vayven de imágenes que... bueno, el editor/montaje de la película podría haber estado halgo mejor.

Para todos aquellos que se sienten tan ofendidos por la visión de España en "Sin límites" (2022), les invitaría a ver esta canadiense "Tierra de pasiones", una obra que nace, se desarrolla y muere desde el más puro odio hacia Francia, el antiguo régimen, el colonialismo, la aristocracia, el clero y la monarquía, que en la Nueva Francia de mediados del siglo XVIII, 1759, guerra de los Siete años (1756-1763) para ser más exactos, era todo la misma cosa. Es decir, que lo único que se resalta es la maldad de las personas vinculadas con estos conceptos, quedando retratados de ladrones, asesinos, violadores, puteros, traidores, corruptos, cobardes, misóginos, racistas y cualquier cosa mala que se nos ocurra, propaganda todo, claro, según un pensamiento progresista anacrónico que quiere anticiparse a la calamitosa Revolución Francesa.

Pero además del panfleto ideológico, hay una película que gira sobre una historia romántica, que quería convertirse en el "Titanic" (1997) del cine canadiense. De hecho, he leído que se convirtió en la película más cara de ese país así que no puedo más que alegrarme al constatar su gran fracaso en taquilla al recaudar menos de 15 veces lo que costó. Quiero imaginar que no sólo en el país galo sino en el Canadá francés se sentirían ofendidos por tamaño ataque a su historia y que por eso le dieron la espalda en la taquilla. En cualquier caso, la película se desmorona desde su raíz desde el momento en que es incapaz de transmitirme ese gran amor, entre otras cosas, porque éste no sustenta según el atractivo del personaje sino según su feminismo. O sea, cuanto más feminista es ella, más la aman. Pues al contrario, más odiosa se vuelve.