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La loca historia de los tres mosqueteros

Comedia Francia, siglo XVII. El Cardenal Richelieu, ministro del rey Luis XIII, odia a muerte a Ana de Austria, la Reina de Francia. Ana, que es un poco ligera de cascos, le ha entregado al Duque de Buckingham un liguero de pedrería, que le había regalado su esposo el Rey. Aprovechando la situación, Richelieu organiza una fiesta palaciega con la perversa intención de deshonrar a la Reina, pues no podrá lucir la joya. Ante el aprieto de la ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
31 de agosto de 2008
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Versión cutre y casposa de los tres mosqueteros que puede tener cierta gracia si se ve en compañía de amigos.

La historia es la típica de los tres mosqueteros que todos conocemos pero plagada de chorradas más o menos chorras. Los actores en su linea de hacer el ridículo más de la cuenta y algún que otro gag da más pena que risa.

Se que estas películas son lo que son y no se les puede pedir calidad pero sí que te hagan reir más de lo que te hace esta. El humor de Martes y Trece en el cine no da gran resultado, o esa es mi opinión. Tal vez sea que no resiste bien el paso del tiempo o que yo me hago mayor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
txuniman
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5 de abril de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No estaba seguro de lo que iba a ver porque «Ni te cases ni te embarques» (1982) es por decirlo de alguna manera «lo peor» a mí personalmente no me hizo mucha gracia, más bien me produjo un gran aburrimiento. Al ver quién dirige esta, Mariano Ozores, me levantó un poco el ánimo pues es un grande del humor, solo tienes que ver la película citada en el título o «El liguero mágico» para descubrirlo.

La película es la típica del director, con chistes sobre la época reflejando la política o la sociedad. La verdad que es un gran cambio entre la anterior y esta. Hay mucho actor conocido y están todos muy bien, a la altura de una producción de este tipo. Mención especial para mí merecen las hijas de Ozores, de tal palo... Adriana Ozores ya salía en «El liguero mágico» y también en «Cristóbal Colón...».

En definitiva, una comedia simpática, totalmente blanca y muy entretenida. Da lo que promete, es una comedia pues es comedia.
tipar
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4 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Athos, Aramis y Portos, el orgullo de la Francia de Luis XIII, han vivido muchas aventuras, pero puede que ninguna tan emocionante (y absurda) como en la que debieron recuperar el liguero que Ana de Austria perdió entre las sábanas del duque de Buckingham.
¡Si Alexandre Dumas levantara la cabeza!

Ha habido muchos directores que han servido de trampolín para que artistas alejados de la industria cinematográfica se hicieran un hueco en ella y aumentaran su fama; el gran Mariano Ozores también formaría parte de este grupo dando salida a lo largo y ancho de su carrera a personajes ya conocidos, en el mundo de la canción, como Manolo Escobar o Pedro "Peret" Pubill, o de la televisión, como los mismos Martes y 13, el por entonces trío de humoristas que comenzó sus andaduras en la pequeña pantalla a finales de los años '70, consiguiendo gran popularidad.
Del programa "Fantástico" Josema Yuste, Millán Salcedo y Fernando Conde decidirían pegar el salto como anteriores y posteriores cómicos y protagonizarían su primera película, "Ni te Cases ni te Embarques" (aunque ya habían aparecido en "Sentados al Borde de la Mañana, con los Pies Colgando"), que lograría un éxito más bien discreto. Tras esto se unen a Ozores, que ya lleva mucha filmografía a sus espaldas, para un proyecto firmado por el autor asiduo a la comedia y recurrente colaborador del anterior Juan José Alonso Millán ("Los Novios de mi Mujer", "Nosotros, los Decentes").

Dicho proyecto es un paréntesis en la beneficiosa unión del director con el binomio Andrés Pajares/Fernando Esteso, el cual ha dado ocho películas, todas bien acogidas en taquilla (por desgracia, el final del triunvirato estaba ahí, a la vuelta de la esquina...), y consiste en realizar una revisión desde el humor absurdo de las peripecias de aquellos legendarios personajes del autor francés, ya adaptadas a la gran pantalla en varias ocasiones. Para Ozores la ocasión es perfecta, pues se vive gran afición por la parodia, triunfando las obras del trío Zucker/Abrahams/Zucker y habiéndose estrenado "La Loca Historia del Mundo", "El Sentido de la Vida" o "Dos Horas menos Cuarto antes de Jesucristo".
La película se inicia de forma genial a modo de burla del prólogo de Dumas, disponiéndose a presentar los manuscritos que narran las aventuras del grupo de héroes y D'Artagnan, aquí sustituido por una entrada metalingüística indescriptible del trío cómico dando paso a la proyección, que, claro, protagonizan ellos mismos y dirige Mariano Ozores. Así conocemos a Portos, Athos y Aramis, recién salidos de la academia de mosqueteros y siendo llamados por la reina Ana para recuperar un liguero de joyas preciosas (que no unos diamantes) que se dejó en la mansión del duque George Villiers.

Y allá van los tres, sin ayuda de D'Artagnan, en lo que será una constante de "gags" absurdos recogidos de la escuela Python aunque ejecutados sin ningún ingenio mientras las figuras históricas de Dumas se convierten en grotescas parodias más propias de una comedia de enredo: el cardenal Richelieu es un bufón con el vientre siempre descompuesto, su espía Milady de Winter una furcia de marca mayor con lujos tecnológicos a su alcance, el rey Luis XIII un patético individuo ignorado por su esposa y el duque de Buckingham un enano.
De por medio un puñado de anacronismos que elevan el disparate al paroxismo, incluyendo en la función coches, telediarios, walkie-talkies, mandos a distancia, anuncios, incluso unas motocicletas que usarán nuestros héroes para huir de los villanos y que defecan cuales caballos de cuadra (¡!). En general una imaginería histórica llevada su reverso más ilógico en la que por no faltar no faltan ni los números musicales a lo función de revista ni las peleas en el bar más propias de un "western" de Spencer y Hill, una imaginería que Ozores ya había parodiado con mejores resultados en anteriores títulos, como "El Liguero Mágico", "Brujas Mágicas" o "Cristobal Colón, de oficio Descubridor", también escrita por Millán.

Pero donde acertaba en éstas (siendo la primera la mejor y la segunda una simpática pero irregular locura; no contemos la última pues es un desastre equiparable al que nos ocupa), el director falla de pleno en "La Loca Historia de los Tres Mosqueteros", pues el guión de Millán, concebido para mayor gloria de los protagonistas, nos bombardea con chistes y bromas que creen tener gracia sin tenerlo, y eso es un error enorme; además el ritmo, en este tipo de comedias imprescindible que sea veloz, se ralentiza, se hace tedioso, parece que la película no avanza o no nos importa que lo haga pese a que los personajes cruzan muchos escenarios.
Y las culpables directas son las interpretaciones del trío de cómicos, que, si bien en sus programas de televisión o sobre el escenario demuestran ser unos genios (personalmente los considero de los más grandes del humor español), a la hora de actuar y hacer cine son de una incompetencia mayúscula; tras los malogrados Yuste, Salcedo y Conde se hallan Paloma Hurtado, Emilio Fornet, Juanjo Menéndez, Francisco "Blaki" Martín, José Lifante, la guapísima Roswicha "Nadiuska" Honczar, un Antonio Ozores que curiosamente no hace gracia y la sobrina e hija de éste, Adriana y Emma.

El resultado con Pajares, Esteso y Ozores en la piel de los tres mosqueteros habría sido fantástico...por desgracia no fue ese el caso y la película, pese a ser objeto de culto para muchos no logra situarse ni entre las comedias más regulares del director, cuya mejor parodia fue y será siempre "Al Este del Oeste".
Lógico es, porque lo entiendo perfectamente, que al final de la proyección Dumas se vuele la cabeza; si el autor viera el film en la realidad también lo haría. ¡Sólo hay una escena que me hace gracia!: cuando aparece D'Artagnan, impoluto y dispuesto a llevarse las medallas, y los otros le pegan una paliza. Curiosamente los mosqueteros eran tres y se convirtieron en un grupo de cuatro, mientras que Martes y 13 menguaron a dos.
Chris Jiménez
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6 de marzo de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ozores aporta la guinda erótico festiva -¿ se nos ocurre otra Milady deWinter más apropiada que Nadiuska, o un mcguffin mejor que cambiar el collar de la reina por un liguero con perlas incrustadas?- y los guiños a la actualidad que alimentan, entre otros gags, los partes informativos de la popular presentadora (y actriz, ojo) de la época Marisa Medina. A Juan José Alonso Millán le toca volver a trufar todo de pretextos del momento bañados en aguas paródicas, esta vez valiéndose de la inmortal obra literaria de Alejandro Dumas. Y en un crossover que, por desgracia, no se repetiría, la Familia Ozores -literalmente: el tío, un padre, y dos sobrinas- en el mismo espacio que otros incunables del humor patrio, el por aquel entonces trío de Martes y Trece sumando su cebo inconfundible: el transformismo, las imitaciones -el número musical de Josema Yuste como Rafaella Carrá es sencillamente glorioso- y los juegos de palabras del otro Millán de este evento, el del nombre de pila y apellido Salcedo. Al gran Fernando Conde le aguardaba lo que le correspondía: seguir siendo un actor extraordinario que, por cierto, volvería a trabajar para Mariano Ozores.
Antonio Ozores pierde las gafas -cosa que no era ya habitual- y gana en pelo y maldad:
" - ¿Y vos por qué queréis que Francia le declare la guerra a Inglaterra, Richelieu?
- Por joder, chico. Por joder".
Emma y Adriana Ozores explotan más y mejor de lo que habían podido hasta el momento la química cómica entre ambas como las dos criadas, Robustiana y Constanza, de la Reina Consorte Ana de Austria (Paloma Hurtado).
Sólo por esos magníficos, y me atrevo a tachar de "pythonianos", arranque y final de los tres protagonistas, a costa de bromas autorreferenciales, siempre he pensado que Mariano Ozores fue el mejor rodillo cinematográfico por el que pasó Martes y Trece, y lo digo profesándoles el mayor de los respetos y simpatía tanto a Javier Aguirre como a Álvaro Saenz de Heredia.
Mi favorita de Martes y Trece es ésta.
Y no, D'Artagnan no cuenta ¿que le pasa a la gente con el puñetero D'Artagnan?? Son los tres mosqueteros, no cuatro.
Qué fijación, oiga.
antonio lopez herraiz
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