Tales of Monkey Island (Miniserie de TV)

Cuando parecía que la saga “Monkey island” estaba concluida, llegó esta nueva parte, nada más y nada menos que una década después.
Los encargados fueron el estudio “Telltale”, que más tarde se han destacado por realizar aventuras gráficas con mucho más acercamiento a la película interactiva, con títulos como “The walking dead”.
Sea por el cambio del equipo creativo, o por lo tarde que llegó, en una época en la que el género estaba ya bastante muerto, el caso es que “Tales of Monkey Island” es el peor juego de la franquicia hasta el momento. Y ojo, que peor no significa que sea malo, ni mucho menos.
Si bien es cierto que interfaz y modo de juego son mejores que en el de la fuga, aún así el acabado visual se me antoja un poquito pobre para ser de 2010, con personajes y paisajes un poquito simples, que al menos tienen un espíritu de cómic. Es más jugable que el anterior, porque se combina el movimiento de Guybrush con el manejo del ratón, lo que nos permite una exploración más completa y afinada, para que no se nos escape ningún rincón u objeto por examinar.
Quizás también por esto, o por los propios guionistas, el juego es más fácil (o lo más correcto sería decir menos difícil) que todos los anteriores. Verdaderamente algunos acertijos y situaciones son muy retorcidos, pero nunca lo llegan a ser tanto como en los otros. De hecho, personalmente no he tenido que tirar de guía para completarlo, cosa que no me pasó con los cuatro previos, en absoluto. Puede que, si llegas a este tras pasar por los demás, te hayas acostumbrado al sentido del humor y la absurda lógica para dar con las soluciones. O también que no haya ningún enigma que no se pueda resolver probando combinaciones al azar a ver qué pasa.
Eso no hace que no sea satisfactorio completarlo. Al contrario, prefiero esta dificultad un poco más asequible y no tener que rendirme y buscar ayuda en internet.
En cuanto al guion, pues es menos brillante también. Los personajes, frases y escenas no son tan frescos y divertidos como antes. O quizás sea que la fuerte nostalgia que impregna los 2 o 3 primeros “Monkey” sea tan fuerte que todo lo demás nos parece inferior.
De todas maneras, sigue siendo un juego divertido y disfrutable. Su formato episódico hace que no se haga pesado, y su relativamente mayor facilidad es de agradecer, que en los otros terminabas acordándote de la familia de los creadores.
Pero no deja de ser más flojo en guion, y con gráficos por debajo de la calidad que podrían haber ofrecido en su momento.