Now (C)

El agua fluye por toda una vida adaptando sus formas a los recipientes que no son más que los momentos vividos a lo largo del tiempo. Así nuestros océanos se introducen en minúsculas botellas opacas que nos atrapan al final de nuestro camino, cuando toda el agua se alimenta de los fantasmas vestidos de recuerdos.

Pero esto es sólo un inicio, es ahora cuando él se pone un traje y resucita cada error, los pensamientos de ese rostro frío y anguloso, que con cada gota prueba la intensa ambigüedad de sus deseos, el frecuente estupor de sus decisiones, el encuentro con las bañeras opresoras y los amplios lagos, la mujer, el hombre y el silencio.

Todo ocurre de nuevo lentamente en un final, cuando el último fantasma del pasado le coge de la mano hasta que decida dejar de nadar.

El simbolismo nos atrae ante cualquier luz directa y el ahora bebe del futuro para que el océano crezca y se desborde en el último segundo. Como lágrimas que somos.

La música se seca. El sol se cierra. Los ojos se apagan. El agua se silencia. Y todo vuelve a comenzar.

Una obra surrealista debe tener los elementos de tal forma expresados que el espectador sea capaz de buscar sus interpretaciones. En esto fueron maestros Dalí y Buñuel. Aquí están muy claras las relaciones entre los personajes pero se introducen una serie de elementos que hacen difícil su conexión con los hechos. Por otra parte la interpretación es tan plana, tan inexpresiva que a uno le falta saber de los sentimientos. Bueno, a lo mejor estos sentimientos están expresados con algún símbolo surrealista y yo no he sido capaz de verlos o de entenderlos. Como quiera que soy yo el que estoy opinando sobre lo que he visto y lo hago simplemente para dar referencias a futuros espectadores de este corto, si alguien quiere verla que no se deje influenciar en este caso por mí. A mí me maravilla cuando leo críticas de películas la cantidad de cosas que han visto estos críticos y a mí se me han pasado. Pero no me deprimo, muy al contrario me refuerzo en que yo he dado mi interpretación y eso es lo que vale. Solo aviso de lo que puede producir una película surrealista en el espectador dependiendo de cada espectador. Hago notar una fotografía en blanco y negro correcta pero que no me aporta nada a la idea que deduzco de las escenas.

-Trato de contemplar el frío crisol que se abre ante mi, es el abismo sobre el cual, henos aquí -¿cuán arduo ha sido nuestro batallar, la ira de los imperios, el dolor de los desheredados, el hambre, lujuria de amar?

Todo éste estéril páramo -destos recusatio(s)- y baldíos llantos que mueren y marchitan cual río a la mar... Es la muerte... ¿No la ves? Y sucede cada momento, oda a la ténebre personalidad del amor: cuando amamos, fidedigna y sonrojadamente, morimos un poquito. Contemplar al insólito en altar de los sueños, el despertar de tu infancia, el crepitar de tu desnudez y el morir de tu ilusión...
...Alegro ejecutar el vació que anegaba la desidia... No ave, mas depredador, ansiaba depredar tu piel, tu pelo, tu sonrisa, tu aliento... Erigirte ante mí, rostro a rostro, piel a piel, diente a diente... Ese era mi anhelo, ora libre, ora candor cuando el mismo impertérrito diábolo, mórbido y extasiado... ni si quiera era capaz de alzar el borde de sus centelleantes velos, para vislumbrar al ente más estoico y osado capaz de congelar la llama del mismo infierno... mientras el mundo se derrumba: mas seré capaz de levitar la fugaz caricia en ti, arrebatar el abismo, hundir mis entrañas y sorber cualesquiera que sean tus deseos, tus odios, filias y parafilias... Eres mía, tú, la muerte, la que me hace sobrevivir para vivir, y -a la que después de todo- deseo más que a la vida misma-

Esto y mucho más, es “Nu”: indispensable, criptica y aterradoramente sensible...