La historia de Aaron Swartz. El chico de Internet

La industria del entretenimiento – show business – ha tratado durante años crear una imagen, una forma de ver las cosas, lo que podríamos denominar incluso de introducir unos “memes”, repitiendo una y otra vez hasta que sea verdad, que todo aquel que comparta documentos es un “pirata”, es un delincuente. Y por ello ha de ser no solo condenado sino criminalizado.

Pero, ¿que ocurre si una entidad privada comercializa información publica (lo que es ilegal) facturando millones de dólares por ello, y aun por encima está respaldada por el Gobierno?

El joven informático, descarga unos documentos en el transcurso de su investigación sobre dicha empresa, mientras sin saberlo estaba siendo monitorizado y a partir de ahí cae en las entrañas del FBI, al haber transgredido la ley.

Es una historia que de alguna manera ya conocemos. Conocemos a los protagonistas, el antihéroe, los malos malísimos, el móvil (money always), la sórdida burocracia y el siempre intento de dar ejemplo de su poder ante todo aquel que atente la ley (especialmente si ésta afecta al estado e intereses capitalistas con empresas con el suficiente dinero para poder hacer lobby).

Aaron Swartz, un superdotado, un adelantado a su tiempo, un chico con un espíritu de superación personal en busca del bienestar general, un genio dentro de su mundo, un genio desconocido para la inmensa mayoría, un forastero para los mundanos de a pie que se levantan al sol con un pico entre las manos, y aún así me quedo corto.

El documental es una pequeña síntesis de la vida y muerte de este hombre, si a los 26 años se le puede llamar hombre, un intento de reflejar lo mejor y lo peor de un personaje tan introvertido, que incluso para sus mas allegados era un mar de sorpresas emocionales y ejecutivas, aunque en otros aspectos, reflejó cristalinamente su pensamiento y el flujo que esperaba de ellos a corto y largo plazo, no para si mismo, sino de forma bondadosa para el resto de una ciega humanidad, haciendo lo que mejor se le da a los grandes pensadores, poner entre dicho peldaños de la base inquebrantable de la humanidad, unos peldaños que hay que empezar a demoler si queremos avanzar hacia una sociedad con futuro y no apocalíptica.

El documental, ha intentado buscar los múltiples aspectos de la auténtica verdad, porque la vida, como los ojos, no es lo que se ve, hay mucho más allá del campo de visión, y aunque ha intentado acercarse a sus detractores y verdugos, al final sólo ha conseguido el maldito silencio, para muchos el silencio de la precaución, para otros el silencio del asesinato, el ruidoso silencio del comienzo de una leyenda.

Os lo recomiendo encarecidamente, simplemente para conocer la vida de un joven que no pudo con esta perversa sociedad, dónde intentó luchar como pudo y con las armas que le legaron sus padres y el se encargó de afilar durante años, para entender al endeble desconocido luchador difamado por enviciados políticos y los corruptos medios, pero que al final fue vencido de forma miserable, pero aún así, dejo huellas de su existencia, además de pequeñas llamas de humanidad para una gran hoguera futura, una inquebrantable base de humanidad, que muchos otros seguirán en un futuro.



Aquí os dejo un par de frases, no para ser leídas, sino diluidas

-Sí el conocimiento presumiblemente está al alcance de todos y es gratuito, ¿por qué entonces debemos pagar por él?"

-Pregúntate quién se beneficia de esta sociedad, y sabrás que debes cambiar, pero para ello conoce sus orígenes, ya que si conoces a la bestia, conocerás sus puntos débiles.

Que triste este documental y eso que apenas hace pocas horas me enteré quien era Aaron Swartz y digo que es triste porque ¿Como es posible que quieran asesinar a un genio? ¿Por qué asesinan a un hombre como este y por el mundo andan parásitos miserables como el dictador nauseabundo de Korea del norte o los bastardos de los Castros en Cuba o toda la plaga roja chavista aquí en Venezuela? Que injusto es esta jodida vida. En fin, buen documental.