Historia con hilo argumental plano y predecible sobre superación personal. Muy bonito pero muy esperable.
Cabría esperar un giro de tuerca que nunca llega, acaba como se predecía que terminase.
No obstante cabe destacar la magna interpretación de Will Smith.
También son destacables las continuas situaciones a las que se ve sometido el protagonista, que hacen que al espectador se le remuevan los sentimientos (aunque no son comparables, son situaciones que recuerdan a "Yo soy Sam").