Decepcionante. Una historia donde el tema principal es la violación, y donde no hacen acto de presencia ni la policia ni la venganza, resulta un guión como mínimo un tanto peculiar. Una trama que en ocasiones es predecible y cuando intenta sorprender al espectador con un giro inesperado roza lo absurdo. Las tres estrellas se las doy a la actriz principal (Isabelle Huppert), que es la única que con su actuación salva del desastre la película. Por lo demás, parece que se le de más importancia al sexo que a la historia en sí; carece totalmente de valores humanos hasta extremos de una insensibilidad ofensiva. Estamos ante la decadencia de uno de mis directores favoritos; Paul Verhoeven.