Quiero empezar diciendo que fui a ver la película empujada por las buenísimas criticas que leí en esta página y otras, y os juro que iba dispuesta a pasar un buen rato. Pero me bastó ver la primera escena del puente para darme cuenta de que esta es una película sin música, sin baile, sin cantantes y sin actores. Sí, sin actores, pues sí considero a Ryan Gosling y Emma Stonne buenos actores (sin exagerar), pero esta no es su guerra. No saben ni cantar ni bailar y eso es un pecado para el género. La música aburre desde el minuto uno, los berridos de los actores molestan y de los bailes mejor no hablar: cuatro pasos mal hilados y a cortar porque los actores se asfixian. El homenaje a antiguas películas de Hollywood es insultante: antes grandes del genero como Fred Astaire o Gene Kelly que deben estar revolviéndose en su tumba, simplonas coreografías burdamente calcadas de películas grandiosas como Un americano en París o Sombrero de copa. Pero tampoco llega a películas más recientes como Chicago o Moulin Rouge que intentaron resurgir el género con mayor o menor éxito, pero que por lo menos destacan por la calidad de sus interpretaciones y por su originalidad.
Por salvar algo, y darle algún punto, lo que más me gustó fue el final pero como estaba deseando que terminara, tampoco lo disfruté mucho. Y las escenas de piano, de las que ignoro si son interpretadas por Ryan Gosling pero que por lo menos dan el pego.

Acabo de ver esta comedia e iba con muchas expectativas puesto que el comentario general era que tenía un tratamiento de la locura muy original. Pero sinceramente es la película que más me ha decepcionado en muchos años. No entiendo ni una sola de las nominaciones a los Oscars. Los actores están sobreactuados, no se salva ni el gran De Niro; el guión en ocasiones es irritante, sobre todo los diálogos de las apuestas; la relación de los protagonistas es ridícula y superficial, pretenciosa (pseudointelectual, con solo nombrar cuatro libros de postín de la literatura norteameriocana), en cuanto al final, es ridículo y convencional. ¿Bradley Cooper y Jennifer Lawrence nominados a los Oscars? Indignante.

La primera vez que vi esta maravillosa serie me quedé impactada por la perfección de la ambientación, con esos grises y tonos marrones que te hacen introducirte hasta lo más profundo del siglo XIX. Las actuaciones de TODOS los actores es impecable, Claire Foy y Matthew Macfadyen están inconmensurables, pero no se quedan atrás cualquiera de los personajes secundarios (sobresalen Tom Courtenay padre de la pequeña Dorrit y Russell Tovey como el carcelero enamorado de la protagonista, y muchos más). Pero todo esto no seria posible si Andrew Davies no hubiera hecho una magistral adaptación del folletinesco libro de Dickens, mucho más denso y difícil de entender por su gran extensión aunque igualmente maravilloso. Estoy de acuerdo en que, junto con Bleak House, es una de las mejores adaptaciones para la televisión de la obra de Charles DIckens.

Quién haya visto la maravillosa producción de la BBC basada en la obra de Austen, no verá en esta una versión menor, si no solo una con un lenguaje más cinematográfico y más poético, y no más fiel, que para eso está dicha serie. La elección de los personajes es acertada con sus defectos: Matthew Macfadyen es un actor grandioso pero para mi su mejor papel es en la versión televisiva de Little Dorrit, aquí es difícil identificar al frío y distante Darcy con el suave ojos azules Macfadyen pero aún así lo hace muy bien; otro caso es el de Keira Knightley cuyo rostro está bellamente retratado pero que utiliza en exceso una sonrisa irónica que en ocasiones desentona. Para mí lo mejor de esta película es la combinación de fotografía crepuscular y música envolvente que acentúa el lirismo de la obra. Hay una escena que destaca sobre las demás y que cuando la vi por primera vez me impresionó y es un traveling de un solo plano en una sala de baile repleta de personajes y atravesando estancias, donde la cámara no abandona ni un momento la vista de la protagonista. Otros personajes deliciosos son los padres de Lizzy interpretados por D. Sutherland y Brenda Blethyn.

Esta película para mi se centra en la redención: la redención de una mujer que se siente culpable por lo que ha tenido que hacer para llegar hasta la isla de Ellis, de la redención de un hombre que, viniendo de un sórdido entorno, se redime en parte de su culpa gracias a su "ayuda" hacia Ewa y su hermana (no digo más para no reventar el argumento de la película).
Con ese trasfondo se desarrolla una historia oscura y sórdida pero a la vez sublime como digo en el título, porque sobre todo lo que destaca es la maravillosa actuación de sus protagonistas. No se quién lo hace mejor si Marion Cotillard o Joaquin Phoenix. Marion expresa un dolor contenido sin demasiadas palabras pero que manifiesta todo con sus gestos y que recuerda a las actrices de cine mudo, y Joaquin Phoenix, que está de oscar, es un personaje oscuro y en ocasiones peligroso al que trastorna su encuentro con Magda que rompe todos sus esquemas de vida. Definitivamente es uno de los mejores actores de los últimos años.
Pero también destaca la fotografía de la película, con esos tonos marrones y grises que te hacen sucumbir en la oscuridad y la tristeza. Creo que los mejores planos son los del principio y la escena final..........
Pero su punto débil es el guión. En ocasiones estás deseando que la historia avance un poco más rápidamente y llega a ser algo anodina. Siendo así extraña un poco el desenlace apurado de la película. Todo esto se salva por la perfecta dirección de los actores de James Gray.