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España España · Málaga
Críticas de Illanes
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
6
19 de febrero de 2015
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces creo que en los Óscar nominan a ciertas películas por su relevancia más que por su calidad cinematográfica (véase “12 años de esclavitud”). La vida de Alan Turing es ciertamente extraordinaria y merecía, por su importancia histórica y social, que el gran público la conociera. Pero no puedo evitar pensar que han convertido una historia apasionante en una película del montón.

El principal problema que encuentro en ‘The imitation game’ es una sensación enorme de déjà vu. En parte es culpa es de esos trailers larguísimos que te destripan el 80% del argumento, y de que había leído algo (muy poco) sobre la vida de Turing. Sea lo que sea, creía estar viendo un remake de “Una mente maravillosa” protagonizado por Sheldon Cooper. En ningún momento sorprende, es como que ya sabes lo que va a pasar en la siguiente escena. Es una película obvia, muy de manual: bicho raro cae mal a la gente pero es un genio, así que acaban aceptándolo y defendiéndolo de los malos malosos. Si esto merece una nominación a mejor guion adaptado, que venga Dios y lo vea.

‘The imitation game’ peca también de ser de fácil digestión. He echado en falta al menos unas pinceladas de ciencia que arrojen luz sobre el funcionamiento de la famosa máquina, que, al final, parece que se hubiera construido por arte de magia. Cumberbatch trabaja a escondidas en el artilugio y, de pronto, aparece con el invento ya acabado. Esto sólo consigue que nos distanciemos de Turing y de su creación, además de crear un vacío de información bastante molesto.

Bueno, en realidad, no hay manera de conectar con un personaje que cae tan mal. Turing es un rarito con trastornos obsesivos-compulsivos que recuerda muchísimo a Sheldon de “The Big Bang Theory” pero sin nada de gracia. Para que sintamos lástima, nos cuentan cómo le pegaban en el instituto y cómo el destino fue cruel con él en materia, digamos, amorosa. En el fondo, la película es más una historia de amor que el épico relato de cómo ganar una guerra con las matemáticas. Han cogido una historia que daba muchísimo de sí y se han centrado en el romance y en unas situaciones que hemos visto mil veces.

Keira Knightley y los demás personajes secundarios también son muy sosos. No hay profundidad, no hay verdadero carisma y eso hace mella en el último tramo de la película, donde busca clara y fallidamente emocionar al espectador. Toda la parte final de la película parece precipitada, los hechos ocurren muy rápido y no da tiempo a darles la importancia que merecen. De ese modo, todo el trasfondo sentimental eclosiona en unas situaciones tan insípidas como ortopédicas.

En general, la película es entretenida, está muy bien rodada, tiene algunos diálogos notables y los actores lo hacen bien, pero me deja frío. Quizás esperaba otra cosa. En vez de otro drama romántico sobre genios, ‘The imitation game’ podría haber indagado en el desarrollo de la guerra, en las situaciones que encontraron los que descifraban los mensajes nazis y cómo se usaron para ganar. Estoy seguro de que tuvieron que tomar decisiones durísimas más allá de lo poco que muestran en una escena. Porque, sí, me dices y me repites durante la cinta que el invento fue importantísimo para ganar la guerra, pero no lo muestras. Casi parece la antesala de lo realmente interesante en esta historia.

Esperaré impacientemente la secuela.

6/10
Illanes
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9
18 de febrero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que algún día inventen un artilugio que nos permita ver el mundo como lo hacíamos de niños. Entonces todo era nuevo y nos causaba curiosidad, admiración o miedo. Escuchábamos hablar de lugares que desconocíamos y los imaginábamos perfectos, mágicos, irreales. Como si fuera el paraíso. Mientras inventan o no ese aparato, nos queda ‘El Sur’ y ‘El espíritu de la colmena’ para viajar al pasado.

‘El Sur’ es una mirada inocente a un mundo cruel. Su argumento es muy simple, pero es que no necesita una historia que te tenga al borde del sillón. La sencillez es lo que hace que funcione tan bien y que sea tan especial. La fotografía, los colores, los diálogos y cada rincón de esos escenarios apagados trasmiten nostalgia. Y es que ésta es una película de sentimientos, pero no de lagrimones baratos, enfermedades dramáticas y niños en coma. Es decir, no te lanza desgracias a la cara. Es como en las películas de terror: hay muchas de sustos fáciles y unas pocas donde el miedo va creciendo a lo largo de la cinta sin necesidad de mostrar al malo. ‘El Sur’ es de las segundas. Los sentimientos son genuinos.

“Pues vaya tostón”, dirán algunos. Pues la verdad es que no. Hay muchas películas con las que se me agota la paciencia, pero ésta se pasa volando. Está llena de personajes fascinantes (especialmente el de Rafaela Aparicio, muy entrañable) y situaciones inolvidables. La escena del pasodoble pone la piel de gallina. A esto hay que sumar unas buenas interpretaciones y una dirección artística brillante. En su conjunto, “El Sur” te engancha y te pierdes en su nostalgia sin darte cuenta.

“Pero es que está incompleta”. Sí pero no, quiero decir, el final es perfecto. Toda la historia gira en torno al sur: la pena del padre es, en definitiva, haber abandonado su tierra. Para Estrella, Andalucía es algo que indirectamente siempre ha estado presente en su vida y, al mismo tiempo, es un gran misterio. Sueña con una Sevilla blanca, llena de palmeras y de exotismo. Es la tierra prometida que tanto añoraba la persona a la que más admira. Al acabar la película, el sur sigue siendo ese lugar misterioso y los espectadores podemos seguir imaginando el paraíso a través de los ojos de Estrella.

Obra maestra del cine español.
9/10
Illanes
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6
2 de febrero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Babadook’ tiene una gran virtud: No insulta la inteligencia del espectador. No está poblada de personajes profundamente imbéciles, de los que escuchan ruidos en el sótano y bajan a oscuras a sabiendas de que hay un demonio en casa. La protagonista tiene dos dedos de frente, mira con miedo los largos pasillos y se tapa con la sábana en cuanto escucha algo extraño. Esos detalles dicen mucho de ‘Babadook’, que destaca por contar una historia realista y convincente respaldada en un drama psicológico.

¿Pretenciosa? ¿Pedante? No, por dios. ¿Hemos visto la misma película? El argumento es muy simple, va al grano y no tiene giros Shyamalanescos ni demás parafernalia. A lo largo de la película te cuentan claramente qué es lo que atormenta a la protagonista y, por tanto, de dónde sale el monstruo. Ni más ni menos. No hay lugar para teorías conspiratorias ni reflexiones profundas sobre qué es y qué no es… Vamos, que no ‘El árbol de la vida’ precisamente.

Como digo, el argumento es sencillo pero sólido y sin fisuras. Y esto se nota en la tensión que crea durante gran parte de la película. Creo que tiene mucho mérito renovar una historia tan trillada y que resulte efectiva. Algunas escenas son realmente terroríficas, si bien no destacan por su originalidad. Bueno, salvo la escena del vibrador, que es tensa por incómoda más que por terrorífica, aunque cumple su función como contexto.

La película no es perfecta, ni mucho menos. Su principal error es mostrar al Babadook explícitamente. El monstruo da más risa que miedo, y escenas como la que aparece gateando por el techo, junto con esos golpes de música in crescendo, le resta muchos puntos a una cinta que podría ser mejor si se limitara a insinuar en vez de recurrir a sustos baratos.

Por desgracia, llegando al final de la película los errores se acentúan y todo se desmadra. Lo que era un inteligente drama psicológico se convierte en un festival de clichés y sucesos sobrenaturales más propios de cualquier bodrio sobre exorcismos. Tenemos al niño volando por las escaleras, la madre poseída sobreactuando (puede ser cosa del doblaje), el monstruo risible en cada esquina y el inevitable momento de amor verdadero que lo arregla todo (más o menos).

La última secuencia repara un poco los daños, pero no quita la sensación de que ‘Babadook’ podía haber dado mucho más de sí. No obstante, hay que valorar sus virtudes y que, después de todo, es una película de terror notable. Hay que tener muy en cuenta a esta nueva directora, Jennifer Kent. En su debut ha demostrado que tiene talento y que puede hacer grandes películas en el futuro.

6,5/10
Illanes
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6
30 de mayo de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces parece que cuanto menos cosas pasan en una película, más poética es. Mientras más minutos se graba a un personaje haciendo cualquier actividad cotidiana, cruzando miradas o guardando silencio, más profunda es. Y contra más peñazo es, más tiempo tienes para hacer relaciones metafóricas entre lo que estás viendo y la frase de Paulo Coelho que compartiste el otro día en Facebook.

"Corn Island", a pesar de lo arriesgadísimo de su propuesta, consigue ser interesante y poética al mismo tiempo. Y digo arriesgado porque parece complicado sacar adelante una cinta prácticamente muda, con apenas tres personajes y un solo escenario, y que el espectador no acabe dándose una vuelta por los dominios de Morfeo.

Si bien es cierto que se puede hacer pesada a ratos, su planteamiento principal es muy bueno. “Corn Island” trata el tema de la vida, el trabajo duro y el esfuerzo de cara a una muerte inevitable. O, en este caso, la isla de tierra fértil que surge al bajar el caudal del río y que, al cabo de un tiempo, volverá a desaparecer. No importa el esfuerzo que se haga por cultivar el maíz, por tener un hogar y por sobrevivir; como ha venido, se irá. Lo mismo ocurre con los protagonistas, el abuelo experimentado y harto de trabajar, y su nieta, que está dejando de ser una niña.

El resultado es una bonita fábula que, combinada con la belleza de las imágenes y los silencios, resulta muy grata. En ningún momento se echan en falta más diálogos. Las imágenes hablan por sí solas y los actores llenan la pantalla con sus interpretaciones.

Por otro lado, los temas secundarios no terminan de cuajar, especialmente el trasfondo bélico. A lo largo de la historia, la presencia de los militares, los disparos y, sobre todo, la llegada del soldado herido crean expectativas de que algo va a pasar, pero no ocurre nada. El director prepara el terreno pero no aprieta el gatillo. Es decir, la guerra queda como algo anecdótico y no tiene una repercusión real en el desenlace. En una película con tan poca trama, uno espera que los temas se entrelacen en algún momento y que den algún fruto. No es el caso.

El final en sí es muy bueno porque cierra perfectamente la metáfora de la película. Sin embargo, acabo con la sensación de que falta algo. O quizás sobran minutos, no lo sé. “Corn Island” habría sido un cortometraje de 10/10; el problema es que dura 1 hora y 40 minutos, y los temas secundarios se quedan en nada. Sea como sea, es una película interesante y muy bien rodada. Merece la pena verla para disfrutar de otro tipo de cine y creer que es posible contar una historia poética sin que sea totalmente infumable.
Illanes
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8
23 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía tiempo que una película no me enganchaba tanto desde el minuto uno. Y no es que la premisa sea la más original: no es la primera vez que vemos la historia de la vieja gloria del cine (o del teatro) que quiere relanzar su carrera. De hecho, comparte ideas con “The Artist” o “Ha nacido una estrella”, pero adaptadas a los tiempos que corren. Iñárritu convierte esa clásica lucha contra los fantasmas del pasado en una obra singular y casi siempre fascinante.

La risa y el absurdo es lo que hace a “Birdman” tan única. La lucha interior del protagonista es ciertamente surrealista, a veces cómica, pero no por ello menos dura. No nos engañemos: la película es un drama de los gordos. Es la realidad de un actor apasionado, que quiere triunfar y llegar a lo más alto, pero está lastrado por su pasado como protagonista de películas palomiteras de las de pensar poco. Y eso hace que nadie, ni su propia hija, lo tome muy en serio.

El personaje de Edward Norton (admirable, por cierto) y la crítico del New York Times se encargan de recordarle a Keaton que la fama no es lo mismo que el prestigio, y que no es un verdadero actor. Aplícale a las heridas abiertas una relación padre-hija fallida, un par de fracasos amorosos y tienes una auténtica tragicomedia.

Creo que la etiqueta de comedia despista a muchos espectadores que se desconciertan con ese final tan triste como ambiguo. Claro, ves el tráiler y esperas el despiporre sin más, no la vida de un tipo atormentado. Malditos tráilers.

Además, “Birdman” es una fuerte crítica a un Hollywood donde triunfan las películas de superhéroes con grandes repartos. Y ojo, porque se menciona a Michael Fassbender, a Robert Downey Jr. y a Jeremy Renner como buenos actores a los que se les ha puesto una capa. ¿Serán ellos los próximos Birdman? ¿Será Iron Man un lastre en la carrera de Robert Downey Jr.? La película plantea una interesante reflexión que hay que tener muy en cuenta.

Por otro lado, técnicamente es perfecta, desde las actuaciones a la puesta en escena. Iñárritu ha prestado atención a cada detalle y ese mimo se nota.

Cabe destacar el soberbio (cuasi) plano secuencia que nos traslada de un lado a otro del teatro, a las situaciones que rodean al personaje de Keaton e incluso a su propia lucha interior, materializada en Birdman. La forma en que se plasman los puntos de vista de los personajes, las alucinaciones de Keaton y las elipsis mediante ese plano continuo es para quitarse el sombrero.
El tratamiento de la música también es genial. La acción se mueve al ritmo de una batería que a veces aparece en pantalla y a veces no. Esto ayuda a introducirnos en ese mundo de realidad e imaginación en el que se desenvuelve el protagonista.

En definitiva, “Birdman” es una película hermosa y trascendente, tanto técnicamente como por la reflexión que plantea. Se puede leer mucho entre líneas.

Gane o no el Oscar, la cinta de Iñárritu no será fácil de olvidar. Y como decía Calvero en “Candilejas”, el tiempo es un gran autor, siempre da con el final perfecto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Illanes
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