Me atrapó, sí, y lo hizo desde la primera escena hasta los títulos finales. Nos encontramos ante una trama que te absorbe, que te adentra en la piel del personaje y que llega a hacerte sentir culpable. No he tenido la suerte de leer el idiota de Fiodor, pero si Crimen y Castigo y encuentro una gran similitud entre personajes. Rodión Románovich Raskólnikov, personaje de Crimen y Castigo, y Trevor Reznik interpretado magistralmente por un Christian Bale sublime, son personajes que se muestran humanos ante una culpabilidad que les aprisiona y les hiere más que el propio acto en sí. Planteándonos así el debate de si es más doloroso sentirse culpable que serlo.