Precious, es una de esas películas en que la estética deja paso a una conmovedora historia a veces íntimamente dura y grotesca haciendo sentir al espectador incómodo, como si no quisiese estar dentro de la habitación con las protagonistas, a veces tierna y positiva haciendo que el espectador sienta que la vida, sea como sea merece la pena, la historia de la protagonista gira en torno a la dureza de una vida con la que sólo acercarnos visionándola en una pantalla de cine nos da miedo y hace que se nos forme un nudo en el estómago.

La interpretación de todas las protagonistas, sobre todo de Mo'Nique, da a esta película una credibilidad inusual en las últimas que he visto. Tampoco podía imaginar que Mariah Carey aunque con un papel pequeño, iba a tener una interpretación tan aceptable. Lo que menos destaca para mi gusto, en este ámbito, es la interpretación de Lenny Kravitz, excesivamente vacilón, rockero, excesivamente Lenny Kravitz

La narración de la pelicula en ciertos momentos puede resultar pesada, correcta en todo momento, y con alguna secuencia merecedora de oscar sin duda. Esto no era difícil la historia invita a ello.

Es una película recomendable sin duda, de lo mejor del año en mi opinión, para mí la escondida de los oscars y puede que la gran sorpresa. Ni que decir tiene que el oscar a la mejor actriz de reparto, tiene nombre.

Sin duda esta película se convertirá en un clásico con el paso de los años, es un cuento visual que te transporta al largo viaje de la eternidad siempre corta de la vida misma. La mejor película del 2.008 desde mi punto de vista, (con permiso de Gran Torino), no solo la narrativa es simplemente perfecta y el tempo del film es digno de una obra sinfónica, sino que los efectos especiales tan súmamente sutiles hace que roce la perfección.

El cine es arte y como tal, si técnicamente puede ser juzgado objetivamente, sentimentalmente es subjetivo. De esta premisa parto para calificar y criticar Shame, película de buena técnica y factura con un Fassbender sin duda sensacional. Pero el poso que deja Shame es a mí gusto desigual, por una parte me parece muy bien y respetable el intento de crítica a la sociedad del s.XXI basado en la soledad y levedad del ser respecto de sus congéneres, partiendo de la base de la pseudoadicción al sexo que tiene el protagonista (y digo pseudoadicción porque personalmente me parece un pajillero más), pero a parte de esto y la exhibicionista visualización de escenas eróticas excesivamente largas y penosamente poco insuantes, la película no tiene más, es previsible, es para mi gusto larga y sonando quizá pedante es pretenciosa.
Es una película que pretende ser intelectual o estar hecha para esos nuevos intelectuales llamados indies que a los 16 o 17 vieron "lost in translation" y se creyeron que Coppola no había ayudado a su hija y habían descubierto una Atlántida en mitad del océano llamado cine. Personas que son incapaces de calzarse unas gafas para ver cine en 3D (porque menuda aberración), pero no dudan en calzar gafas de pasta para ir a ver una película como la que nos atañe (si he herido los sentimientos de alguien ruego disculpas mi intención no es ofender).

Lo mejor y peor en spoiler

Hace ya desafortunadamente mucho que no soy un niño pero cuando uno se sienta a ver películas como ésta, me siento como tal, como cuando por primera vez fui a un cine y vi la Historia Interminable (lógicamente salvando las distancias de la historia), me hubiese gustado mucho en mi niñez haber tenido la oportunidad de ver una película tan épica y de tan bella factura.
Puede que la historia en ocasiones deje que desear, cierto, los protagonistas son pájaros, pero ¿es que acaso existen los magos, elfos u orcos para decir que es irreal o producto de una fumada esta película? es simplemente imaginativa.

Otro punto a destacar que me ha gustado de la película es que está narrada como el mejor cine de aventuras o fantástico de los 80, que según mi humilde punto de vista es sin duda uno de los mejores de la historia, ¿quien puede olvidarse de Wilow?

Ga'Hoole, no es una obra maestra no nos engañemos, pero sin duda las vibraciones que desprende, infantiles pero épicas, hacen que merezca la pena verla.