Acabo de ver esta "película" y me da que pensar dos cosas: que la industria del cine en este país se basa más en la publicidad y el marketing de la película que en la película en sí misma y que en España se dan subvenciones a cualquier guión incluso aunque sea malísimo.
Creo que el argumento no hay por donde cogerlo, y la sensación que me ha dado a mi en el cine es que el guión, además de paupérrimo, se lo ha ido inventando el director sobre la marcha, porque es una película en la que los puntos que pueden parecer clave no son aprovechados para nada y sin embargo va uniendo el argumento con alfileres. Me ha decepcionado mucho.
Pero no queda ahí la historia. La actuación de José Coronado no me parece para nada deslumbrante, es una copia barata de Harry el Sucio, que más que nada es eso, sucio. Por otro lado su actitud en ciertos momentos me recordaba a sus actuaciones en esos anuncios de los famosos yogures por lo que siempre será recordado.
En fin, una película demasiado aclamada por los "sabios" del cine a la que se la ha tachado de brillante y que en mi modesta opinión no pasa de ser una película en la que pasar el rato ( y qué rato, más de dos horas de película, que parece más bien un anuncio largo debido a la cantidad de publicidad que se puede ver).

Acabo de ver esta película y como mucha gente opina no le hace justicia al maravilloso libro de Dulce Chacón, pero aún así, creo que es una de las mejores películas que narran el sufrimiento del día a día de la gente que tuvo que vivir en la postguerra.
No se adentra en ideologías políticas ni en el morbo de ver las calamidades que se hacían con las reclusas en la cárcel, pero deja ver perfectamente todos estos aspectos.
Y ¿qué decir de las interpretaciones? En mi opinión María León, borda su papel, a pesar de su escasa experiencia, pero transmitir, transmite.