"Hay tres tipos de personas: los de arriba, los de abajo y los que caen." Zorion Eguileor – Trimagasi
En el “agujero”, de forma voluntaria las personas se cierran -para expiar sus culpas o conseguir un fin- en una estructura formada por decenas de niveles, por los que una plataforma flotante baja cargada de alimentos para la manutención de todos los componentes de este “agujero”.
Parece en principio un sistema justo si cada interno toma sólo su parte de comida, pero en la práctica es profundamente desigual; los reclusos en los niveles superiores pueden tomar mucho más comida y dejar menos para los que están debajo. Una jungla de supervivencia donde sólo hay tres tipos de personas: los que están arriba, los que están abajo y los que deciden saltar, incapaces de soportar esta agonía por más tiempo. A veces la desesperación es tal que las personas se transforman en asesinas, ya que los de abajo se ven obligados a matar y convertirse en caníbales como último recurso de supervivencia.
Debido a la jerarquía que se establece, es implícito que los niveles no se comuniquen ni colaboren entre sí: ellos no hablan con los de abajo y los de arriba los responden. Así, el sistema parece haber sido concebido para aislar a los individuos al impedir acciones organizadas o colectivas.
Así, nos adentramos en la vida de Goreng, el protagonista, que se incorpora voluntariamente para salir de ahí al final de seis meses, habiendo dejado de fumar y con la lectura completa de El Qujote de Cervantes. Cada uno de los ingresantes puede hacerlo con un elemento: Goreng elige un libro, pero el grueso de personajes eligen herramientas más eficaces para la supervivencia.

Galder Gaztelu-Urrutia Hasta 2018 trabajó para publicidad y televisión. En 2019 dirigió su primer largometraje, titulado El agujero, una película de 94 minutos. Se trata de un thriller de ciencia ficción; una distopía que emplea la metáfora como recurso para exponer la jerarquía y lucha de clases en las sociedades primermundistas que se caracterizan entre otros aspectos por ser hiperindividualistas, donde abunda la deshumanización, avaricia e injusticia, e incluso llega a naturalizar estos conceptos. En resumen, una crítica evidente al sistema capitalista ya las maldades del hombre. La idea es muy original e innovadora, genera tensión durante todo el filme y da pie a muchas lecturas, provocando múltiples reflexiones sobre nuestra realidad. No considero que sea una película para todos los públicos, por la crudeza del guión y las imágenes. Destaco las escenas de canibalismo, que resultan bastante desagradables. Además, un niño difícilmente sea capaz de asimilar/juzgar la complejidad del tema.