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Dinamarca Dinamarca · SIlkeborg
Críticas de mrbarrister
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
8
19 de diciembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar a ver la película o de seguir leyendo esta crítica, un aviso para navegantes:

Si eres de a los que no les molan nada, y repito pero nada, las películas que transcurren pausadamente, sin prisas, que exhalan y son capaces de crear y transmitir un tiempo narrativo propio que nada tiene que ver con el tipo de cine al que los amantes de las películas de acción están acostumbrados, esta película probablemente no vaya a gustarte.

Dicho esto, si te gusta el cine que algunos podrían calificar de "lento" (A.K.A. en el imaginario de muchísimas personas "cine francés") o si a pesar de todo, tampoco es que sea este una clase de cine que te tire mucho pero eres un tío echao pa'lante y quieres probar a ver qué tal, puedo asegurarte que disfrutarás de una experiencia diferente a la mayor parte de experiencias que suele ofrecernos el cine.

Y no te estoy hablando de cine experimental o nouvelle vague al que tanto les gustaba parodiar a los Monty Python en Flyng Circus. Me refiero a una experiencia mucho menos intelectualoide y sí en cambio muchísimo más visceral y cercana. Una experiencia que impacta, que revuelve las tripas y las conciencias, que le pega una patada a nuestros escrúpulos, y revive y desordena algunos de nuestros temores y de nuestras fantasías más irracionales. Porque la película es una invitación a un complejo y sin embargo nada indigesto banquete para los sentidos.
Sin apenas diálogos, y con una puesta en escena impecable, austera y tremendamente cuidada y áspera, el film nos sumerge en un universo en el que lo cotidiano ha perdido cualquier traza de su posible inocencia original, sumiéndonos en la desolación de una vida que ha sido, de forma metafórica, arrancada al protagonista por la fuerza de la costumbre en la que se ha acabado convirtiendo su trabajo: Salvo es un sicario de la mafia de Palermo. Y con las manos todavía manchadas de la sangre tras cometer su último asesinato, por primera vez toma consciencia de la persona en la que se ha convertido cuando desde la semioscuridad de la estancia, los ojos de Rita, una hermosa chica ciega de nacimiento, hermana de la víctima, le miran sin verle y despiertan en él la necesidad de una vida distinta.

Podéis imaginar la expresión de terror en el rostro de la hermosa Rita y sentir con ella la misma sensación de desamparo y de indefensión con la que la deslumbrante y jovencísima Sara Serraiocco (de 22 años) consigue atenazar el corazón del espectador.

Si queréis adentraros en una experiencia sensorial de primera categoría, en la que el papel que juegan los sentidos es el máximo protagonista. Sin duda, "Salvo" será una película que vais a disfrutar y mucho.
mrbarrister
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10
21 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de compartir con vosotros qué me ha parecido la película, sólo un pequeño consejo: que ni su duración (de casi 3 h), ni su catalogación como cine gay y lésbico (entre otras) os intimide o peor, prevenga de ver esta maravilla, porque como todas la etiquetas sólo se basan en lo evidente, en lo superficial y poco o nada tienen que ver con la realidad. Dicho esto, si os atrevéis a verla disfrutareis de una experiencia estética y sensorial con la que pocas veces suele sorprendernos el cine.

No sé si como a mí, alguna vez mientras esperabais vuestro turno en la cafetería de vuestra empresa o de la facultad, habéis mirado al vacío repleto de infinitas mesas blancas hasta encontrar, de repente, en mitad de todo aquel espacio, una boca precisa, unos labios hermosos y únicos que pronuncian palabras inaudibles a un amigo, a una compañera o que absortos devoran ávidos un plato de espaguetis. Os detenéis en esos labios, en la boca precisa de aquella muchacha que absorta, sin reparar en que las estamos mirando, devora su plato de pasta, sin ser consciente de la inusual belleza de ese acto.

Os hablo de vivir una verdadera experiencia estética. Kechiche, en su nueva película, lo consigue. Consigue transmitir al espectador una sensación como la descrita antes: una experiencia cálida, cercana, hermosa pero al mismo tiempo sin ornamentos o estúpidas poses o clichés, limpia y a su vez lasciva y sucia como sólo dos bocas que se unen en un beso pueden serlo. Y el espectador ama, y el espectador vive con ella y sufre el tedio de la vida monótona que la desgasta, sufre el vacío terrible que ella experimenta cada día en el trato con sus compañeros de instituto. El espectador come con Adèle. Sueña con Adèle. Ama y siente con Adèle. Y también huye y sufre con ella.

Uno de las mayores elogios que en mi opinión merece la labor de Kechiche en esta película, es haber sabido capturar en cada uno de sus fotogramas cómo huelen los besos, cómo saben los sueños y cómo es el lenguaje mudo de las caricias ahora en el muslo, ahora en el cuello, en la espalda o en la mejilla. Y lo mejor es que el espectador no puede permanecer indiferente a todo esto. No le es posible quedar fuera de la historia. Y cómo, sin pretenderlo, al otro lado de la pantalla, sentado en la butaca del cine, de repente se le eriza la piel y cómo un poco después tiembla también y le resulta imposible no formar parte de todo ese amor, pasión y en ocasiones también impotencia que siente la protagonista en su lucha constante por la autenticidad, por alcanzar la sinceridad respecto a ella misma y respecto a las demás personas que la rodean y que a menudo no dejan de utilizarla como un objeto más, como un producto del que ellos pueden disponer a su antojo y según sus necesidades.

Con una interpretación soberbia, la jovencísima actriz Adèle Exarchopoulos logra transmitirnos la magia del primer amor, de las dudas y la angustia y la ilusión por la vida en un ejercicio brillante que nos recuerda la inscripción del frontispicio del oráculo de Delfos: "conócete a ti mismo". Adèle busca, busca como cada uno de nosotros, su lugar y su sentido en el mundo.
Al margen de la polémica que suscitada alrededor de su rodaje, la película merece ser apreciada desde lo que es: un recorrido por el territorio de la búsqueda incansable del "yo" en medio de unas relaciones sociales que nos alienan, el deseo de amar y de ser amado y la ineluctable soledad que de forma inevitable en muchas ocasiones asalta al individuo y da forma a su personalidad.

Como conclusión, estoy convencido de que "La vida de Adèle" ocupará un lugar muy especial en los corazones de todos aquellos que como yo, disfrutan con el vértigo que a veces produce la vida, el amor y el desamor y la belleza.
mrbarrister
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7
20 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la expresión italiana "L'ultima ruota del carro" que podría traducirse en castellano por algo así como "el último mono" o el "último de la fila", Veronesi da nombre a su última película. Una más que correctísima "commedia all'italiana", que trata de escapar del humor fácil y las mismas fórmulas reproducidas hasta la saciedad, con las que desafortunadamente tantos títulos de Hollywood intentan seducirnos.

Aunque en la sinopsis se habla del film como un relato en el que Veronesi refleja más de treinta años de crónicas y costumbres del país trasalpino, a través de la historia de su chófer, ex tapicero, cocinero en una escuela infantil, transportista por cuenta propia, y empleado sobrepasado por acontecimientos mucho mayores que él como el asesinato del primer ministro Aldo Moro a manos de los Brigadas Rojas, el sonado caso de corrupción Tangentopoli o el inicio de la carrera política de Berlusconi, la película es perfectamente asequible para el espectador que desconozca la idiosincrasia itálica porque el candor y la inocencia que destila es absolutamente abrumadora.

Si os gusta el cine que no nos ofrece un único producto triturado y listo para ser devorado sin pena ni gloria mientras nos encontramos cómodamente pertrechados en un mullido sillón, si os gusta ese tipo de cine que podríamos catalogar como de "slice of life" o recuentos de vida, en el que el director transmite una muestra aparentemente arbitraria de la vida de un personaje, que a menudo carece de una trama predeterminada y con frecuencia no tiene exposición, conflicto o desenlace, con un final abierto (un poco al estilo del cine que tanto le gusta hacer a Wes Anderson y Owen Wilson, aunque eso da para una crítica aparte) "l'Ultima ruota del carro" seguro que no os decepcionará y en algunos instantes excepcionales no podréis evitar sentir una cierta complicidad con el protagonista, o frente a algunas de las situaciones cotidianas y precisamente por eso excepcionales por las que atravesará.

Buon film!!!!
mrbarrister
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