Ahora que, tras guerras mundiales, amenazas nucleares, crisis económicas y diversas formas de terrorismo, la antigua religión y la moderna ciencia han devenido en un ateismo y una incredulidad generalizadas, el hombre, desamparado ante la enfermedad y la muerte, construye su felicidad sobre el terreno inestable de psicologías baratas o misticismos de folletín, como el que se describe en “El árbol”. Pero tal vez sea más apropiado erigir una nueva moral retornando a los preceptos de la mística originaria, como propone “Uncle Boonmee”. Ello no obsta para que la de Julie Bertucelli sea una película recomendable, pese a no satisfacer plenamente las expectativas, cuyos pilares son la belleza formal y la interpretación de Charlotte Gainsbourg y, en especial, de la pequeña Morgana Davies y sus ceceos existenciales.

Previsible y convencional, la acidez de los chistes, la inteligencia de los diálogos y la química entre los protagonistas elevan esta comedia romántica por encima de la media, haciendo de ella una película recomendable y muy divertida, por más que no alcance el nivel de "Rumores y mentiras". Tan sólo dos objecciones: a Emma Stone la vemos muy poco y a Mila Kunis no le vemos prácticamente nada. En cambio, no me quito de la cabeza el culo de Justin Timberlake. Una pena.

No es la mejor película de Dario Argento, pero su sencillez narrativa y su voluntad de ir al grano, sin rodeos, son positivos. En ocasiones, lo que más perjudica a este género son esos inanes tiempos muertos entre dos picos de la acción (dos sustos, dos asesinatos...), como ocurre, por ejemplo, en "Bajo cero". Como dice Hulk Hogan en Rocky III, "hay que dar carnaza al público." El final moralmente ambiguo y la interpretación desganada de Adrien Brody tampoco carecen de atractivo. Sobre la inefable Elsa Pataky, nada que decir.

Absurda y sangrienta, propone una variación histórica sin imaginación para trascender la anécdota y ofrece el peor papel de Paul Giamatti, pero nos regala un estupendo primer plano de Kate Mara. Pueden abandonar la sala después del mismo.