Lo mejor de la serie es que cada capítulo sea significativo en cuanto a la historia y al dilema que presenta, pero en la tercera temporada quizás se columpiaron un poco de más: capítulos prácticamente de relleno y algunos demasiado intrascendentes.

Después de ver varias películas deficientes la introducción me pareció buena, luego se empieza a torcer con varios personajes introducidos con calzador que no importan para nada. Hay muchos personajes de minorías mal desarrollados, que solo están ahí para cumplir con el cupo y hacia la mitad ya se hace aburrida, no entiendo como puede durar 1 h 45 min.

Menudo trozo de boñiga. La motivación de la mala es ridícula. El único punto a su favor, que es la creatividad en los monstruos, no llega a cubrir ni de lejos los diálogos mundanos, la cansina pelea por ser el alfa y la masculinidad tóxica típica de Hollywood. Sobra y mucho la propaganda al ejército haciéndolo el único bando cuerdo del asunto.

La nota es la nota que se merece, pero está sorprendentemente bien tanto el ambiente como la idea. El problema es el ritmo y enfoque general estadounidense.