Entramos a la sala, empieza la película, todos silenciados, atentos esperando comprobar que tanto de Linklater había en la película, y de pronto ocurrió sin darnos cuenta, enganchados cual niños sin soltar el chupetín, no tenía defectos, todo encajaba bien; la actuación de D'onofrio aunque empieza nerviosa luego se sumerge en su personaje con tanta naturalidad, digno de una gran actuación; Lucho Cáceres sorprende, con ese temple y esa ecuanimidad me hizo creer que de verdad era él, a excepción de los pestañeos al final en la escena sexual que contrastan mucho con el papel que venía haciendo; diálogos originales con soltura que arrancan una sonrisa al más exigente, buena realización con el sumo cuidado de los ambientes por donde se rodaba, se podría percibir en la sala que todos ya estaban pensando salir para decir que habían visto la mejor película peruana (si es que no la mejor) después de "la ciudad y los perros" o "no se lo digas a nadie"; y mientras rogaba que por favor esta película tenga el final para consagrarse, tenía que suceder lo inevitable, lo que me venía temiendo; un final de esa forma es un balde de agua fría, un mal pase en la pichanga, un "no" de la chica que te gusta; ¿cómo diablos nadie en el juzgado va a escuchar los gritos de D'onofrio en el baño? la lógica no se puede perder, no puedes subestimar al espectador de esa manera; y el hecho que termine en un "remenber" sexual francamente carece de todo sentido por más profunda que se haya querido mostrar esa escena, un batacazo a todo lo que venía transmitiendo esta película; en fin, pudo haber sido, pero no fue, se quedó en un tal vez, en un quizás, en una promesa, en un remenber peruano; tiene momentos de gran cine, vale la pena verla sin duda, pero me quedé con la ganas de haber dicho: "Esta es la película peruana", Calero la pudo haber hecho, pero ojo que no es su "última película"

Una película que en primera instancia puede que no sea bien apreciada por quienes no han experimentado una historia similar o por quienes no han logrado entender la complejidad de los temas que se abordan. En esta hermosa película se tocan temas como el significado del amor, el significado de ser un hombre y de ser una mujer, el significado de estar en pareja, el significado de la tentación en medio de la felicidad, el significado de la fuerza que implica vivir en medio de tanta paz y tranquilidad y disfrutar de un nuevo amanecer (que no se trata de una fuerza física); temas que indudablemente solo pueden haber sido creados por alguien que conocía muy bien la dinámica de estos sentimientos, y probablemente Murnau lo tenía claro. Justamente por la complejidad de estos temas esta película tenía que abordarse con todo esa pasión y naturalidad necesaria para transmitir hermosamente estos sentimientos complejos. Y Murnau lo logra, logra crear una película magníficamente realizada desbordando poesía, candor, encanto, sencillez, tranquilidad, paz, y a la vez realismo, maravillosa.

Es de reconocer la capacidad de improvización visual que tiene la película, me animaría a decir que en medio de la narración Fellini descubre que estas improvizaciones visuales en medio de la narración eran parte inherente de la película. Estilo que le da un grado de originalidad y naturalidad a la película, sin perder el objetivo inicial que, claramente, era desvelar la dificultad que también tienen las clases acomodadas para encontrar un sentido de existencia en la vida, asunto que no cambiado mucho hoy en día. Asimismo hace una dura crítica al medio artístico y de cómo funciona este medio conjuntamente con el trabajo de los periodistas, asunto que igualmente se sigue dando hoy, sólo que ahora se usan medios tecnológicos más degradantes y superficiales. Lo que demuestra que a pesar de encontrar los medios para hacer una crítica a las sociedades, estas seguirán siempre estando movidas por élites que lo manejan todo en el mundo, vendiendo un discurso de adoración a la ciencia y tecnología.

Valiosa película que cuesta seguir al inicio, pero una vez reconocido el objetivo de la pelicula y el estilo del director, todo fluye con naturalidad. El desarrollo visual es impecable, con momentos inolvidables. Se resalta también el aspecto filosófico que se plantea, que incluso va más allá de una mera critica a la sociedad de ese entonces, sino que se sumerge en cuestionamientos existenciales como cuál es el sentido de la vida o que debería mover a una persona en la vida.

El final de la película es perfecta, una clara alusión a la naturaleza dual de la vida misma, donde una vez sumergido en un mundo, la principal consecuencia que siempre hay que temer es que ya no se pueda salir de él.

La película por excelencia que logra transmitirte con tanta veracidad el miedo que se siente cuando uno se imagina que puede perder a su madre, desgarrándote el corazón con tanta firmeza cada vez que lo imaginas, sobre todo cuando creías haber olvidado y enterrado ya esa sensación, que nunca más la sentirías, increíble.

Pocas veces una película te hace sentir lo ser humano que eres, la película transmite con tanta sencillez y autenticidad la personalidad de la niña que es inevitable sentir rabia de no poder ayudarla, ¿por qué?, porque te encuentras en frente de la pantalla en otra dimensión, porque eres un simple espectador con los ojos vidriosos sin poder hacer nada, porque quisieras ser el hermano mayor que la cuide y juegue con ella, y por último porque quisieras ser el padre que la vea crecer y luego llorar de la emoción de lo gran ser humano que se convirtió. Setsuko es sin duda la niña que todos quisiéramos tener y cuidar ... una gran muestra del grado de precisión emotiva que una historia puede tener en el cine animado, te logra tocar el corazón.

Película nominada al Oscar más por su desarrollo visual a mi parecer, ya que la narración tiene muchas caídas de intensidad y una falta de coherencia en los roles actorales: no se entiende algunos aspectos en la personalidad de Oliver, no se llega a transmitir correctamente cuál es la verdadera intención u objetivo de este personaje. No se logra apreciar correctamente por qué es apreciado por el padre y por qué al final se le extraña tanto.

Una película muy sobrevalorada, con bonitas imágenes y atmósfera del lugar donde se filma, sin embargo la película no llega a tener esa fuerza y personalidad que merecerían estos lugares. Me animaría a decir que los homosexuales disfrutarían más esta película, ya que las escenas eróticas están sólo para cubrir los momentos flojos de la narración, y hasta diría que solo están para generar morbo en los espectadores. Se nota claramente que hay escenas forzadas de relleno, donde se pierde esa naturalidad que debería haber en la filmación, demostrando de esa forma que no existe un objetivo claro en la película más que solo mostrar el enamoramiento de dos homosexuales.

Previsible el diálogo que iba a tener el padre con el hijo. No había otra película para nominar o simplemente el realizador de esta película movió sus influencias dentro de la Academia. ¿Pero qué estoy hablando?, ya debería tener claro que las películas nominadas a los Oscars solo buscan embrutecer, sexualizar y morbear a la gente, la calidad artística ya casi no les importa, aunque aún no he visto Parásitos.