¿Una película en la que aparece Sandra Bullock y George Clooney cómo puede estar en boca de todo el mundo? Pues muy sencillo, gracias a la gran dirección de Alfonso Cuarón, el cual ya sorprendió con Hijos de los hombres, película que os recomiendo, y con una gran inversión en el aparato técnico.
Gravity es la historia de unos astronautas que se quedan vagando en el espacio intentando ingeniárselas para regresar a la Tierra. Cuarón ha sido muy inteligente al utilizar este tema pues se trata de una fobia global, una pesadilla que todos hemos tenido alguna vez en nuestra vida: quedarse flotando en el espacio sin comida, oxigeno ni forma de volver a casa. Esto recuerda a otro bombazo de taquilla, la película Tiburón de Steven Spielberg también utilizó un miedo que compartimos todos, el mar, para crear su clásico.
Si a este temor global, le añades un uso perfecto de escenas en primera persona, consigues una película de terror real en el espacio perfecta. El agobio de ir a la deriva lo sienten los personajes y lo sientes tú, la falta de oxigeno en los pulmones la notan los personajes y lo notas tú. Te metes tanto en la película que al final es el espectador el que intenta agarrarse a cualquier cosa para no alejarse de la Tierra.
El guión es excelente, no existen las escenas de relleno y aun así la trama no deja de avanzar. No se hace pesada ni aburrida. Es un film que ya siendo corto se te hace mucho más.
Pero sin duda, lo más destacable de Gravity, es la gran actuación de Sandra Bullock, lo que me hace preguntarme quién era la tal Sandra Bullock que salía en las comedias románticas de los últimos 20 años, porque no tiene que ver nada con esta. En la película de Cuarón, Bullock hace la mejor interpretación de su carrera, sin olvidar que en la mayor parte de la película solo podemos verla a ella, y es ella la que tiene que conseguir entretenernos.
El único "pero" de la película es el final demasiado Hollywood para mí, pero que puede que a muchos guste. Yo creo que es un gran error terminar la obra así, pero no quiero hablar mucho de ello para evitar spoilers.

Película mala, mala, mala. A pesar que me encantan este tipo de films grabados en primera persona como un falso documental, a esta no se le puede salvar nada. Utilizan todas las páginas del guión para excusar el uso de las cámaras, de por qué está grabado así y cómo lo hacen.
Lleno de topicazos propios del cine de Hollywood, como las vacaciones con el padre que hace más caso al trabajo que al hijo. Un equipo formado por un falso Indiana Jones, el amigo envidioso, la chica guapa, un gordo gracioso, una guia que les advierte que no deberían estar ahí y no la hacen ni caso, otro tío que no pinta nada y el hijo repelente del falso Indy que casualmente, además de ser un gamberro en el instituto, es un enterado de las cámaras y los aparatos tecnológicos (puede arreglar un móvil porque sí). Este típico equipo americano se van a buscar a un pariente cercano del monstruo del lago Ness y acaban en el Valle Encantado.
Los chistes no hacen gracia, los dinosaurios parece que estén hechos con el Paint y los sustos son ridículos. Un "Fin" que parece que nunca llegue y cuando lo hace se agradece. Solo puede decirse que es entretenida si la están echando un domingo a mediodía en Antena 3.

En una entrevista para la revista Esquire, Martin Scorsese eligió a Wes Anderson como el próximo Scorsese, declarándose fan de sus películas. En Fantástico Sr. Fox bromeaba con el sello personal del protagonista, el silbido y el chasquido, probablemente un chiste inspirado por las críticas que estaba recibiendo en esos momentos sobre que repita la estética y los recursos en todas sus películas. El problema es que mucha gente no ve que ese es su sello personal y no puedes pedir que lo cambie, al igual que a Tim Burton no le obligarías a dejar los colores chillones y las escalas de grises, o de utilizar protagonistas altos, flacos y pálidos.

Cada vez que pulsas play en una película de Anderson das el inicio a una obra teatral rodada con cámaras. Su extenso colorido, sus personajes carismáticos y únicos, y sus historias tragicómicas absorben al espectador haciéndole olvidar todo lo que hay a su alrededor. Cada vez que pulsas play en una película de Anderson te adentras en un cuento, fábulas protagonizadas por seres humanos (en su inmensa mayoría), escrita desde el niño interior de un adulto para sacar al niño interior de otro adulto. Cada vez que pulsas play en una película de Anderson pulsas play a la sátira, a chistes surrealistas con lo cotidiano, a la fantasía de la realidad.

Estos cuentos para adultos los consigue acompañar con la mejor música para cada momento. Desplat, cogió la batuta desde Fantástico Sr. Fox para hacer sonar los carismáticos redobles de tambores que acompañan a los personajes de las películas de Wes Anderson en las huidas y discusiones en movimiento entre dos personajes, (como la inolvidable discusión entre Bill Murray y Owen Wilson pasando de camarote en camarote del barco de Life Aquatic). Si ya parecía perfecta la banda sonora con Mothersbaugh, encargado en las anteriores películas, el hilo musical conseguido por Desplat lo supera con creces, acompañando la belleza visual con belleza acústica.

Como algún crítico ha dicho antes que yo, Moonrise kingdom es un Nunca jamás dentro de lo real. Una historia de aventuras de niños para que un adulto disfrute con ellas. Vuelven a formar parte de su reparto el mejor Bill Murray y Jason Schwartzman, a los que se les une por primera vez Bruce Willis y Edward Norton. Los intérpretes adultos de 10, pero a los que no tienen nada que envidiar el reparto infantil, destacando la jovencita Kara Hayward, la cual se mete a la perfección en un papel muy parecido al que ya tuvo que meterse Gwyneth Paltrow en Los Tenenbaums.

El cuentacuentos Wes Anderson tiene una forma especial de mostrar su mundo, con una imaginación inigualable. Su manera de ver la vida la contagia con cada una de sus películas; sean mejores o peores, todas merecen la pena.

Pero si algo me ha llamado la atención de este director por encima de las demás cosas, es sin duda la forma de concluir sus obras. Crea unos finales que nadie puede igualar, y por ello considero que es el mejor "finalizador" que tenemos hoy en día. Pueden tener sus historias un final feliz o un final triste, pero, si está dirigido por Anderson, será seguro un final bonito.

A mí, personalmente, me encantaría que Anderson fuera el encargado de dirigir mi final.

"Candela" es un cortometraje con múltiples lecturas que, a priori, puede perder fuerza ante un público (desgraciadamente mayoritario) que busca mero entretenimiento y le aborrece profundizar entre las capas de una historia mayor. En un principio podemos apreciar con relativa facilidad el tema principal, una obra sobre complejos, vicios, personas autodestructivas y el amor como placebo. La protagonista es una persona depresiva a consecuencia de sus experiencias negativas (las cuales se nos muestran algunas como reflejo de lo que ha vivido a lo largo de su vida), pero que en un momento, tras encontrar lo que cree estar buscando, descubre el problema no radica en factores externos (en terceros) si no que es algo propio que ella misma debe solucionar. De este modo el encontrar una persona agradable con ella, representada por un hombre interesado sentimentalmente en Candela, le otorga un leve atisbo de felicidad, altamente caduco, artificial y superficial. Descubriendo que sus problemas no se solucionan con el amor que tiene tan idealizado, vuelve a la depresión que muy bien representa ese filtro blanco y negro y su problema con la comida. Un bucle constante del que no puede salir.

Ahora bien, también veo una crítica mordaz a una sociedad tan dependiente de la apariencia, sobre todo virtual. En cierto momento se trata el tema de los filtros en su perfil de Tinder, y qué es si no eso el hecho de mostrar una cara amable en público que no se corresponde en absoluto con la que vemos que tiene en la intimidad. La felicidad colorida de las escenas en exteriores choca de lleno con las grises de interiores. Ella actuando con otras personas utiliza filtros para distorsionar su imagen real, la que vemos en blanco y negro, para agradas al resto de la sociedad.

Considero que en sus escasos 4 minutos nos invita a darle vueltas a muchas problemáticas con las que nos podemos identificar perfectamente y eso tiene mucho mérito. Además, teniendo en cuenta que se trata de un cortometraje para un concurso con unas pautas tan marcadas (como la brevedad con las que se debe rodar y montar y la obligatoriedad de rodarse en un escenario concreto, el Matadero de Madrid, y de mostrar una cama) considero que el director ha conseguido sortear estos obstáculos sin llegar a crear un producto en absoluto artificial.

Spring Breakers es la esperada película en la que se ve a varias de las chicas Disney desmelenándose. Korine ha hecho un gran trabajo de marketing utilizando estas actrices infantiles en esta película nada infantil, consiguiendo así mucha más expectación, más polémica y más acogida.
La película trata una historia cruda adolescente, al estilo de la serie británica Skins, mezclada con cierto argumento de mafias y peleas de bandas. Desde el primer momento, el juego de colores que utiliza el director en cada toma, los pantallazos breves con imágenes de adolescentes con poca ropa de fiesta y la música house, hipnotizan al espectador que se quedará embobado viendo esa cantidad de recursos que Korine aplica a la perfección. La escena del robo en la cafetería es una autentica obra de arte, solo por ella ya merece la película ser vista.
Selena Gomez y Vanessa Hudgens demuestran con sus grandes interpretaciones que hay vida después de Disney, sobretodo Hudgens, que es difícil con este papel relacionarla con la protagonista repelente de High School Musical. Además, Korine ha conseguido sacar lo mejor de James Franco que, muy caracterizado, logra una actuación sublime con el que, sin duda, ha sido el mejor personaje que haya hecho hasta el momento.
El "pero" del reparto se apellida también Korine y se trata de Rachel, la mujer del director que no hace falta dar muchas vueltas para saber qué hace en esta película. Está por hacer bulto y en muchas ocasiones estorba.
A parte de eso y del final poco creíble, podemos decir que es una película perfecta, bonita y dura. Puede gustar o no, pero no te deja indiferente. Yo estoy deseando volver a verla.