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Críticas de ER_BIJILANTE
27 de octubre de 2022
60 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se pueden hacer muchas cosas en seis horas, o lo que duran los siete capítulos de este despropósito. Todo, absolutamente todo lo que hagas en ese margen de tiempo, será más provechoso que prestar tu atención en esta serie.
Ni el final de "Los Serrano" ni el final de "Perdidos" alcanza las cotas de indignidad que "The watcher". Al principio uno se siente cómodo con la trama, falsamente anunciada como basada en hechos reales -NADA de lo que se cuenta en esta serie está basado en hechos reales-, porque el producto que se nos ofrece está bien grabado y se deja ver. La pareja protagonista es el típico matrimonio de telefilm de mediatarde en Antena Tres: Bobby Cannavale es un broker empotrador con cara de alucinado y Naomi Watts es una especie de Paula Vazquez no amargada. Los Braddock tienen dos hijos, un chaval majísimo con mascota y una lolita rebelde con lógico comezón, la pre-teen de toda la vida. La familia se compra un casoplón y todo parece ir bien, hasta que de repente se suceden todos los tópicos / lugares comunes de las pelis sobre casas encantadas: ruidos, apariciones, vecinos incómodos, sustos de rigor y bla bla bla
Pasan los episodios, pasan las horas y después los minutos, sin que sepamos quien es el "watcher", el vigilante, el malo de la película. Podría ser cualquiera, podrías ser tú, yo, él, nosotros, vosotros, ellos, todos. Podría ser Iñigo Onieva, podría ser el limpiabotas que quería ser torero, podría ser la de la inmobiliaria, que lleva 20 años haciendo el mismo papel de MILF de "American Pie". Llegamos al séptimo y último episodio con la duda de saber quién es ese personaje que lleva atormentado a los Braddock desde hace meses... ¿Y qué pasa entonces? Vayamos a la zona spoiler
Ni el final de "Los Serrano" ni el final de "Perdidos" alcanza las cotas de indignidad que "The watcher". Al principio uno se siente cómodo con la trama, falsamente anunciada como basada en hechos reales -NADA de lo que se cuenta en esta serie está basado en hechos reales-, porque el producto que se nos ofrece está bien grabado y se deja ver. La pareja protagonista es el típico matrimonio de telefilm de mediatarde en Antena Tres: Bobby Cannavale es un broker empotrador con cara de alucinado y Naomi Watts es una especie de Paula Vazquez no amargada. Los Braddock tienen dos hijos, un chaval majísimo con mascota y una lolita rebelde con lógico comezón, la pre-teen de toda la vida. La familia se compra un casoplón y todo parece ir bien, hasta que de repente se suceden todos los tópicos / lugares comunes de las pelis sobre casas encantadas: ruidos, apariciones, vecinos incómodos, sustos de rigor y bla bla bla
Pasan los episodios, pasan las horas y después los minutos, sin que sepamos quien es el "watcher", el vigilante, el malo de la película. Podría ser cualquiera, podrías ser tú, yo, él, nosotros, vosotros, ellos, todos. Podría ser Iñigo Onieva, podría ser el limpiabotas que quería ser torero, podría ser la de la inmobiliaria, que lleva 20 años haciendo el mismo papel de MILF de "American Pie". Llegamos al séptimo y último episodio con la duda de saber quién es ese personaje que lleva atormentado a los Braddock desde hace meses... ¿Y qué pasa entonces? Vayamos a la zona spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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