Es una pelicula preciosa en la que pocas palabras bastan. Los padres, los ancianos, reflejan a la perfección ese sentimiento que debe sentir un padre al ver de su hijo (al que ha dado todo lo que ha podido) la indiferencia. Puede dar a algunos remordimientos de conciencia, y si así es, que hagan algo porque debe de ser muy triste padecer en propia carne esta experiencia.
Me parece muy interesante que una película refleje algo tan simple pero que a algunos les cuesta mucho entender: todos nos hacemos mayores.

Película en la que a mi parecer, el diálogo tiene un papel importante. No es una película que transmita por sus imágenes sino que nos llegan los diálogos acerca de la búsqueda de la autocomplacencia, las conversaciones acerca de la honestidad y las opiniones de los personajes por lo que hace a la manera de entender el amor. Esta importancia de la dialéctica hace interesante ver la película en V.O.
Es admirable el papel que Pauline desempeña alrededor de los tres adultos. La prima de Pauline busca alguien que la haga quemar de pasión, Henry es el clásico Don Juan mientras que Pierre es un enamoradizo celoso. Ante eso Pauline es un personaje misterioso que también experimenta en el amor pero que en muchos casos parece superar en madurez (y buenas intenciones) a los adultos pues sus comentarios ponen en evidencia los vicios de éstos. Aun a´sí el egoismo se reparte a partes iguales pues cada personaje barre para casa y no llega a comprender las decisiones ajenas si éstas no son como él las había pensado.
En definitiva, una escenificación agradable de un círculo amoroso típico en nuestras vidas que aunque conocido, nos hace reflexionar.

Impresionantes las escenas del camp de batalla que transmiten de forma excelente la relación jerarquizada de los ejércitos y el sinsentido de las guerras. Gastón Pauls hace una buena interpretación.
Lástima que el presente de la historia no trate con más profundamente las secuelas en los veteranos de guerra.