Para los que la vimos por primera vez, con ya casi 20 años desde su estreno, tenemos que abstraernos unos cuantos años atrás en el tiempo e intentar comprender que la perspectiva de esta enfermedad ha cambiado mucho. Tenemos que darnos cuenta, la falta de información que había en esa época, en la que tampoco se sabía muy bien cómo se contagiaba y, por tanto, el terror desmedido que provocaba el conocer a alguien con esta enfermedad. Esto se ve claramente en muchas escenas durante toda la película, pero a mí me llamó especialmente la atención cuando Andrew le pide a Miller que le defienda, le estaba dando la mano y se la retira bruscamente, y cuando toca los puros, como si haciendo eso pudiera contagiarlo y transmitírselo a su familia.

Tanto Tom Hanks como Denzel Washington estuvieron estupendamente en su papel, y me gustó como fue evolucionando el personaje de Denzel, al que primero vemos totalmente reacio y según va pasando el tiempo, cree de verdad en el caso y se ve que le acaba cogiendo cariño.
Sin embargo, la actuación de Antonio Banderas, me parece forzada y bastante sosa, no se le veía naturalidad.