Sin entusiasmarme, sí que me ha parecido una cinta muy interesante, así que le tomo la palabra a "I m feeling good" ya que nos invita. Por no extenderme, ya que ésta "Sopa de gato" no dura más que 30 minutos (no 40 como dice la ficha), haré mi crítica en unos pocos puntos:

- La animación me ha parecido perfecta, con algunas escenas maravillosas, a la altura de los estudios Ghibli. El colorido, el movimiento, los efectos digitales y de luz, etc.

- El diseño de los personajes y todo el mundo surrealista es realmente imaginativo. Y no una imaginación impactante por absurda (que también), sino por significante.

- Es un anime para adultos. Más que nada por algunas escenas "gore" muy muy suaves que son más cómicas que otra cosa, pero tiene también algunos puntos algo retorcidos.

- A pesar de ser surrealista, difusa, exagerada o como se la quiera llamar, no es una historia para nada pretenciosa. Incluso conteniendo algunas metáforas concisas y profundas no llega en ningún momento a tomarse demasiado en serio a sí misma, y para bien.

- Se ve muy poco anime como este. Envuelto en un paquete tan exquisito y elaborado como Ghibli pero sin su color y diversión. Oscuro y violento.

- La duración es ideal. Muy probablemente aburriría si tuviera un mayor metraje, pero dura lo justo como para creerte la experiencia psicodélica sin llegar a cansarte.



Tan sencillo como complejo, tan entretenido como incoherente. Muy recomendable al menos para los que gusten de la animación.

Recién vista, creo que lo único que merece la pena decir de ella es que llenar un saco de mierda puede ser (si el saco es de buen género y el estiércol de calidad) mejor "ejercicio de estilo" que esto. Aun así y para mi acojone, he podido leer críticas bastante favorables, por lo que habré de justificarme.

Solo puedo pensar que el mentiroso aroma a cine clásico que pretende la película (sólo apoyado por la cuidada fotografía) ha logrado engatusar a más de uno, o al menos a Boyero. Pero es que incluso siendo la fotografía (neón azul y luz tenue amarilla) la gran, y casi única, baza de la cinta, sufre de un nefasto experimento, cambiando totalmente durante las escenas finales en la habitación para (se supone) liberar la tensión precedente y arrancarnos el sentimiento. Lo que consigue es destrozar la continuidad y enfriar una escena (al parecer) cargada de emoción.

Por lo demás, la cinta resulta caótica desde el principio. Ni los personajes (Teri Garr, horrorosa), ni su relación, ni la discusión que da pie a toda la historia son en absoluto creíbles, y la resolución, plagada de situaciones de lo más vergonzante, aun peor, enterrando a cada escena toda la tensión que debe pedírsele a una historia tan pretendidamente humana. De hecho los personajes parecen sufrir graves deficiencias mentales, por lo que cualquier reflexión o moraleja que la cinta pretenda queda anulada.

Para colmo, casi a mitad de la película comienza un bombardeo de números musicales de más que dudoso nivel técnico y artístico, para poco después caer en el olvido y seguir con la (ya sin sentido) historia principal. Aun así, y ya que la historia a éstas alturas nos importa un pimiento, se agradece el número de la Kinski (hipnótica), que salva de la quema a un personaje tan irreal y estúpido como el resto.


Los títulos iniciales son realmente bonitos. Una vez disfrutados, puede procederse sin reparo alguno a extraer el dvd del reproductor, venderlo e invertir ese dinero en la desgarrada banda sonora que firman esos dos pesos pesados que son Waits y Gayle.

Las ganas de escribir una crítica sobre "ésto" sólo podrían medirse por debajo de cero. De hecho ni tendrá lo divertido de criticar una película estúpida al uso, porque ésta bazofia se atreve a tomarse en serio a sí misma, hay que joderse. Intentaré afrontarlo como una responsabilidad de advertencia social frente al insulto que supone éste engendro en el que la dirección, producción, guión, fotografía, música y protagonismo (toma ya) están al cargo del mismo hombre, un tal Shane Soy-muy-listo Carruth al que al menos le aplaudo la paja que tuvo que hacerse tras ganar en Sundance. Quede claro que mi voto sería un 0 de existir tal puntuación.

Éste sinsentido versa sobre dos memos que se empiezan a multiplicar en el tiempo gracias a una caja fea que parece viajar en el tiempo. Y nada más, eso es todo, es una película de la que no puede hacerse un spoiler. Desde que empiezan a utilizar la cajita, tales palurdos (Shane Carruth entre ellos) no cesan de reírse de tí durante toda la película mediante diálogos pretendidamente incomprensibles en los que aluden a supuestas personalidades paralelas. Desde luego es imposible ubicar esas copias en el tiempo y el espacio. En ésta cosa a la que algunos osan llamar película se rehuye tajantemente cualquier concepto semejante a "coherencia", "hilo narrativo" o parecidos, y por supuesto carece de una explicación final o un desenlace inteligible. Tampoco tiene momentos dramáticos o tensos y ni siquiera posee la fuerza visual o poética de los experimentos de Lynch, Buñuel o Zulueta. O sea, nada de nada, cero patatero.

Pero es que lo peor no es la película, que por mí podría arrastrarse hasta la última estantería de los videoclubs sin hacerle mayor mal al mundo, sino lo alarmante de que alguien pueda "sentirse inteligente" viendo ésto y que empiecen a llamar "cine inteligente" a polleces (no tiene otra palabra) como "Cube", "Pi" o éste "Primer" y espero que último moco de friki, que es si cabe aun peor que las otras dos. Me temo que no será la última.

Acojonado me hallo ante la espectativa.





Colosal paja mental para adolescentes enamorados de su precoz inteligencia o adultos imberbes.