Nada más llegar van a la cabaña del poli bonachón de Orange is the New Black que muy amablemente les ofrece un mapa y el novio machote dice que los de Bilbao no necesitan mapas. Pues ya con ésto te imaginas cómo va a ser la peli, el bocazas bravucón del novio se pierde en el bosque y su meticulosa novia abogada se cabrea y va todo el camino dando la chapa.

Se encuentran a un tipo con el que comparten un pescado y se divierte puteando al prota vacilándole un poco. En éste momento parece que la peli empieza a cobrar interés, pero sólo fué un espejismo. Pero te das cuenta ahí que no es tan crack, dejándose intimidar por el coletas, que se las da de macho alfa con su chica, muy sumisa por cierto, pero en el fondo sólo quiere ser su guardián e impresionarla en todo momento, aunque sin cometer riesgos innecesarios, como fiarse de cualquier tipo que te encuentres en el bosque por ejemplo... Pero no deja de ser un machista al lado de una mujer inteligente a la que infavalora. Empezamos bien...

En la media hora final aparece la verdadera peli, el oso una pasada, da miedo de verdad... Los paisajes y la sensación de sentirte indefenso en la naturaleza, en el mundo del oso, está servida... Trepidante, cruda, genial. Tanto me han gustado las escenas con el oso, que la película se salva sólo por eso, como espectador de cine siempre es una lástima que una hora y media la inviertas en media hora de peliculón y una hora de basura.

Si buscas el peliculón de supervivencia del año, o una peli de oso estilo como la de Anthony Hopkins con protas súper cracks que pueden con todo... Ésta no lo es. Se trata de ceñirse a los hechos reales, una pareja que discute como todas, que habla de sus cosas y éso, que aburren, si fueras caminando con ellos te aburrirías porque estarías de sujetavelas, nada del otro mundo, derrepente se encuentran a un oso y son torpes, como la mayoría de nosotros seríamos en su situación. Me vendieron la moto con el trailler y el cartel y me esperé una endiablada película de acción survival. Hay que saber verla, intenta ser real y no adornarse demasiado.