Asistí a la proyección de "Nena, saludame al Diego", pot recomendación de mi hija , que la habia visto en su estreno en Venezuela. Iba con la curiosidad que supone no conocer nada del cine venezolano, ni de su directora, Andrea Herrera Catalá, (nada raro esto último si tenemos en cuenta que es su primera película).
Después de verla me quedó una impresión entre curiosa y divertida. Lo primero porque siendo una muestra del cine venezolano (en el mismo sentido que admitimos que hay un cine español, también debe de haber un cine venezolano), el desarrollo de la obra no nos enseña en ningún momento la Venezuela de los últimos años, la que desgraciadamente está siendo conocida por su violencia y problemas internos. Y me queda la duda si esta situación es obviada a propósito, como antídoto a la situación real, como un canto a la vida de las personas corrientes, o, por el contrario, existe censura o autocensura a la hora de exponer cualquier argumento, aunque sea cómico, dentro de la realidad venezolana
Por otra parte y si dejamos a un lado las consideraciones anteriores, la película es francamente divertida. Esta llevada con deparpajo por su directora y transmite desde el primer momento alegria y ganas de reir, Por lo que a mi respecta, la sonrisa no se me borró de la cara durante toda la proyección, salvo cuando saltó a carcajada.
Y en eso creo que consiste su mayor logro: en conseguir una comedia (siempre me ha parecido mas dificil hacer reir que llorar) en la que los espectadores salimos del cine con cara de haber pasado un buen rato.