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España España · valencia
Críticas de Blancafont
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
7
19 de marzo de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera escena de esta película trascurre, por lo que todas las señales parecen indicar, en la tomatina de Buñol (Valencia), en lo que no es, para nada un preludio introductorio de lo que vamos a ver a continuación.
Es una historia contada de forma un tanto extraña, no apta para los impacientes, con una selección musical que no está relacionada para nada con el humor general de la cinta, pero todo en conjunto parece funcionar.
Su directora y guionista Lynne Ramsay no se centra tanto en la personalidad de Kevin sino en los esfuerzos que su madre, una impresionante Tiloda Swinton, hace para comunicarse con él, llegar a entenderle, saber cómo funciona su enferma mente.
Es una historia macabra, esquizofrénica, el vía crucis de una madre que da a luz a un pequeño monstruo, que con el tiempo se va haciendo grande y las monstruosidades se agrandan con él. La relación que tiene con su hijo es enfermiza, desafiante y, ya desde una primera escena, desenfocada e hipnótica sabemos que el desenlace no traerá nada bueno, aunque siempre está la esperanza.
Para que luego digan que no existen niños difíciles, solo educación inadecuada, que puede que en este caso tenga mucho que ver, el no tratar el problema de raíz, cuando aparece, dejarlo a ver si se pasa con el tiempo, hasta que es demasiado tarde y no hay remedio alguno. Y así, vecinos y conciudadanos echan la culpa a la creadora del monstruo, haciendo de su vida un infierno por haberle creado.
Película muy dura, llena de flashbacks y desenfoques, con una banda sonora muy original y muy buenas interpretaciones, aunque no apto para público sensible.
Blancafont
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10
19 de marzo de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un inicio más ochentero que Flashdance, empieza esta cinta sin grandes pretensiones pero con un gran trabajo de dirección por parte de Nicolas Winding Refn, ganador a la mejor dirección en el Festival de Cannes2011. Cinta también nominada a la Palma de Oroen Cannes, es única en su especie. Perfecta combinación entre la fotografía al estilo videoclip en las escenas nocturnas y el silencio de los personajes que, con pocos diálogos, transmiten todas sus motivaciones y pensamientos, todo esto aderezado con una banda sonora, el look de cazadoras personalizadas de los ochenta y con una trama de cine mafioso y gamberro.

El espectador siempre viaja en el asiento de atrás del coche, como un cómplice, mientras el protagonista, impasible, conduce por las calles de Los Ángeles a un ritmo hipnótico. Aunque gran parte de la película transcurra dentro de un coche, no se trata de una de acción, es un conducir placentero, es el hilo conductor donde se descubren dos personas que se necesitan mutuamente pero se conocen en el momento más inoportuno.
Él, chico solitario y callado, con varios empleos y algún que otro negocio sucio, y ella, madre joven de un niño y camarera de profesión, empiezan una relación de amistad que les hará replantearse sus prioridades.
Los clichés mafiosos despiertan algunas risas, pero a destacar es el personaje principal que no tiene nombre, siempre con el palillo en la comisura de su boca, al que Ryan Gosling le aporta mucho misterio, lejos de parecerse en nada al Cobra de Sylvester Stallone. Aunque existe una dualidad perfectamente transmitida por Gosling entre la brutalidad animal más obscena y la ternura más humana, es uno de esos trabajos que dará que hablar. De sus miradas se desprenden sus buenas intenciones, la seguridad en sí mismo y su empatía, ante la conmovida, frágil y joven Carey Mulligan, madre de familia atrapada en su vida.
Driver es un héroe con defectos, anónimo, que se equivoca y conmueve. El espectador que vaya buscando el típico héroe de Hollywood, con músculos y voz ronca a lo Terminator debe abstenerse. Por cierto, la cantante de la banda sonora seguro que lleva calentadores, pero encaja a la perfección con la dinámica y la estética de toda la cinta.
En definitiva, es una de esas películas cuyos personajes atrapan y de un universo del que el espectador quiere formar parte, cuyas motivaciones quiere llegar a comprender.
Blancafont
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9
15 de marzo de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
12
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Si los políticos gozan ya de mala reputación, esta película no sirve para mejorar la opinión que se tiene de ellos, sino para todo lo contrario, sirve para avivar el debate sobre las maneras de actuar, a veces nada lícitas de los gobernantes, esa extraña clase social que a base de jugar sucio, mentir y regalar sonrisas llega a gobernar el mundo.

George Clooney nos ofrece su visión más crítica y castiga a los políticos, planteando situaciones en las que los personajes tienen que decidir entre jugar limpio o velar sólo por sus propios intereses, y lo hace con una crudeza que sorprende.

En una cinta con banda sonora casi inexistente pero cargada de realismo ante unas actuaciones inmejorables por parte de sus actores, y la suya propia, nos mantiene inmersos en una extenuante precampaña dentro del partido demócrata, donde todos los personajes dan todo de sí, tanto lo bueno, como lo malo.

Narra como se lleva a un hombre hasta la Casa Blanca, esa carrera tan ardua de primarias y debates para conseguir el apoyo de congresistas y senadores en cada estado, con todas sus consecuencias. Pero no se detiene a pintar a unos como buenos o malos porque todos son ambas cosas dentro de la política, sólo depende de como les afecte.

Con un reparto de actores majestuoso, aparece como protagonista Ryan Gosling como el asistente de campaña Stephen Meyers, a las órdenes de Paul (Philip Seymour Hoffman), el director de campaña del candidato demócrata a la presidencia, el gobernador Mike Morris (George Clooney). Todos ellos, junto a Evan Rachel Wood, Marisa Tomei y un impresionante Paul Giamatti, juegan sus cartas, aunque a veces estén de farol, y el que mejor las juega es el que ejerce su poder sobre los otros, esas son las reglas del juego de la política.

Melodrama político basado en una obra de teatro, con un argumento muy cínico y efectivo, y tan real como la vida misma no sólo porque temas así de candentes están todos los días en las noticias, sino también por un equipo de actores soberbios y todo ello dirigido por Mr. Clooney. Con un guión firmado por él mismo, Gran Heslov (Buenas noches y buena suerte, dirigida también por George Clooney) y Beau Willimon decidieron titularla The ides of March (Los idus de Marzo), ya que los idus (día 15 de los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre) eran días de buenos augurios para los romanos. No obstante, Julio César fue asesinado en este día tras haberlo predicho un adivino. Este hecho llevó a William Shakespeare a mencionar el peligro de los idus de Marzo en su obra Julio Cesar.

Intriga política que entretiene y hace pensar en quienes son realmente los que rigen nuestro futuro. Muy recomendable.
Blancafont
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8
19 de marzo de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy alejado del punto de vista ensalzando el patriotismo americano o la heroicidad de las fuerzas de seguridad, en esta cinta se tratan los acontecimientos del 11-S de una forma un tanto diferente, como una catástrofe que fue, y aparece como de pasada, para situar la muerte de uno de los protagonistas de la película, que podría haber muerto igualmente en un incendio o en un accidente de coche. Surge como punto de partida en el que las vidas de los protagonistas cambian radicalmente, y a partir del cual empieza una nueva.

Pero no es otra película del 11-S (aunque puede que se convierta en la película del 11-S), es sólo un hecho dentro de la historia de un niño y su familia en la que el tiempo parece detenerse en ese día, el Peor día, y el metraje va adelante y atrás mostrando todo lo que hacían los personajes en ese aterrador instante.

Aunque el tema principal de la historia no es otro que Oskar, un niño de 9 años muy particular y que parece sufrir el síndrome de Asperger, caracterizado por las dificultades en la interacción social y patrones de intereses y comportamiento poco usuales.

Emprende una búsqueda por la ciudad de Nueva York buscando la cerradura que abre la llave que su padre le dejó antes de morir, como un acertijo para que él lo desvelara. La llave se encontraba dentro de un sobre con la palabra Black, así que la aventura consiste en encontrar a todos los ciudadanos de Nueva York apellidados Black hasta dar con dicha cerradura.

Oskar va pasando los cinco estados de la aceptación del duelo: el impacto, la negación, depresión, rabia y resignación y librando poco a poco los obstáculos que se encuentra en su camino, tal y como su padre pretendía, superando sus propias limitaciones.

El personaje de Oskar, con todas sus complejidades, lo capea el joven y debutante actor Tomas Horn con muchísima naturalidad. La química aparece en la relación que establece Oskar con el inquilino mudo que vive temporalmente en casa de su abuela, interpretado por un magnífico Max von Sydow quien, con 145 títulos en su currículo y 83 años, no deja de sorprender, y al que Christopher Plummer arrebató el Oscar en la pasada edición. También Tom Hanks y Sandra Bullock aparecen en el reparto, aunque más como secundarios y puede que como estratégica llamada a las masas para que acudan a las salas de cine.

El guión está basado en la novela de Jonathan S. Foer y su guionista Eric Roth tiene en su haber un largo listado de maravillosos guiones como El curioso caso de Benjamin Button, Munich o Forrest Gump por el que ganó un Oscar.

Es una cinta conmovedora, como también lo fueron los anteriores trabajos de Stephen Daldry, Las horas, Billy Elliot o The reader, si os gustaron éstas, seguro que Tan fuerte, tan cerca os dejará una sensación muy parecida.

¿Cómo hace éste inglés para conseguir 19 candidaturas a los Oscar con sólo cuatro películas?
Blancafont
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6
5 de mayo de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas es muy raro que Johnny Depp no de en el clavo con una película, pero esta vez muchas han sido las voces que aclaman no llevar a la gran pantalla una buena adaptación de un mítico libro de Hunter S. Thompson , o por lo menos no ser muy objetivo en la manera de hacerlo. Cuneta las aventuras del periodista americano Paul Kemp cuando se traslada a la isla de Puerto Rico en los años 50 para trabajar en un periódico local, no sin meterse en algunos líos utilizando el ron como motor de su vida, intentando encontrar el balance entre su vida profesional, laboral, su interacción con los isleños y los expatriados que residen allí. Y es una pena, porque la cinta empieza muy bien en lo que parece una alocada comedia, con mucho alcohol, excentricidad y personajes cuanto menos auténticos, pero pasada la primera parte de la cinta el interés y el ritmo decae poco a poco. A destacar la ambientación de los 50 y la música puertorriqueña, pero carece del drama suficiente para ser una gran película y al mismo tiempo faltan escenas cómicas para realmente lucirse su actor principal como lo acostumbra a hacer, aunque no llega a aburrir, sobre todo la primera parte, la línea narrativa carece de linealidad, como si realmente hubiera sido escrita bajo los efectos de un brebaje alcohólico.
Blancafont
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