La película lo tiene todo para mantener al espectador enganchado, buen guión, buenos actores, conversaciones fluidas...Casi desde el inicio recuerda a 12 años sin piedad, bien sea por el escenario donde se desarrolla la película, bien por haber un desarrollo psicológico de los personajes, sea como fuere, el espectador se mantiene en tensión hasta el final de los 75 minutos que dura. Y ese es el problema, el final, un final en el que después de tratar al espectador con inteligencia, durante casi todo el film se le menosprecia dándole la solución demasiado claramente.