Sin duda estamos ante una auténtica obra maestra, una película que el tiempo valorará como capital para comprender la historia del cine, infravalorada por tener la mala suerte de haber sido estrenada por la más comercial y menos inteligente "Salvar al Soldado Ryan" y por unos espectadores más acostumbrados a los efectos especiales y las tramas sencillas de soldados patrióticos y estereotipados que a los seres humanos que nos presenta Malick, personas arrancadas de su vida diaria y obligados a matar a sus semejantes desconocidos, odiados por ser, sencillamente, enemigos declarados publicamente. El guión es sencillamente un Nobel de la Literatura y la fotografía alcanza la perfección absoluta en escenas pletóricas. Respecto a los actores parece una competencia por ver quien lo hace mejor si bien Sean Peen no tiene parangón y Elias Koteas hace de su mirada palabra y expresión.....todo ello rodeado de un ambiente tenso, nervioso, aterrador que pone a prueba la resistencia del hombre y su humanidad misma.
Es inevitable compararla con el Ryan de Spilbergh y si bien la primera facturó más y plegó el arte ante el realismo, el utilitarismo y los efectos especiales, La Delgada Linea Roja será sin duda vista (de hecho ya lo está siendo) como muy superior a la del oscarizado director, y como un alegato antibelicista mucho más inteligente y completo.
Si te gusta el cine jamás puedes perdeter esta película y degustarla una y otra vez hasta darte cuenta de la multitud de mensajes que transmite.
Y es que en ocasiones es posible hacer extraordinarios filmes con enormes presupuestos.

Forest Whitaker, quien ya apuntaba buenas maneras en sus anteriores trabajos (obviando eso si su colaboración con el confuso Travolta), se adapta con buen guante a un papel que le viene pintado expreso, no solo por su relativo parecido físico con el dictador protagonista del film, sino porque sencillamente, hay momentos en la película, en los que crees que realmente Whitaker se cree lo que interpreta a pies juntillas. Ayuda y mucho en su destacado nivel (que me penen por travieso) el hecho de que el resto del reparto no es precisamente destacable, a pesar de los buenos oficios de un desconocido James Mc Avoy, pero ello no debe echar bajo tierra el prodigioso trabajo del poco agraciado Whitaker, merecedor a falta de mejores candidatos o ideas del Oscar con que ha sido galardonado.
La pena es que Macdonald pierde una buena oportunidad para ahondar en la profundidad de la terrible realidad africana, en el colonialismo económico a los que son sometidos sus paises y habitantes y se centra demasiado en un thriller en ocasiones demasiado estereotipado y cargado de desinterés en ocasiones bien mezclado e intrigante.
La combinación de Whitaker con ese otro punto de vista de la película tal vez le habría privado del Oscar al estadounidense (a la academia no suele gustarle que le recuerden como somos los occidentales con el Tercer Mundo), pero habría surgido una película mejor valorada.
Bien, si quieren verla háganlo como segunda opción, sentirán no haber tirado el dinero de la entrada.....aunque si hubiera sido algo más baratilla.

Que Christian Bale es uno de los actores más sólidos y menos comercializados del momento es un hecho (vale olvidemos Batman Begins ok?). Antes de ello Bale demostró que es capaz de pasar de la piel de un asesino psicopático a la de un salvapatrias comedragones, registros diferentes en muchas de sus películas y una capacidad de adaptación prodigiosa a sus personajes, en especial a la del protagonista de El Maquinista, papel para el que tuvo que adelgazar hasta lo inconcebible y degenerarse física y mentalmente.
La película consigue captar la atención con una historia finamente hilada, trepidante, en ocasiones tétrica y enloquecedora que no se percibe totalmente hasta el final, manteniendo la tensión absolutamente hasta el último minuto.
No llega a alcanzar grandes niveles tal vez por culpa de falta de metraje, veinte minutos más habrían hecho maravillas pero ya se sabe que si no suena el dinero, no suena el motor de rodando.
De todas formas a verla que sin duda no saldrás decepcionado.

Desde luego que Jean Pierre Jeunet es un genio del simbolismo tras la cámara, del montaje y la estética, con sus guiones inteligentes y entendibles, sentimentales pero no sensibleros, bien pensados e ideados.....a muchos nos rodeaba un halo de esperanza y alegría contemplando la genial Amelie y esperábamos con impaciencia la siguiente entrega del genial cineasta francés.
Antes de nada, Largo Domingo de Noviazgo es un film excelente, sobre todo en su factura y recreación tanto de las crueldades del frente occidental durante la I Guerra Mundial como del Paris de los años 20, con una fotografía y un montaje soberbios y unos actores en estado de gracia.....pero la sencillez imaginativa de Amelie se complica en exceso y en una primera visión llegas a perder el hilo de una trama en ocasiones demasiado complicada.
Jeunet podría haber llegado a tocar más el almar sin necesidad de grandes presupuestos sencillamente recurriendo a menos euros y más palabras si bien en todo momento logra el dificil efecto de mantenerte atado a la silla y emocionarte con esa multitud repleta de detalles y emociones que son sus películas.
Resumiendo, más que recomendable y sin duda habría resultado genial si el francés la hubiera hecho antes que Amelie, pero es que dejó el listón tan alto que aun siendo una gran película, Largo Domingo de Noviazgo parece dejarnos un sabor algo insípido.....si bien sabroso.

Siempre he dicho que una película puede enfocarse de dos formas diferentes: para mostrar, ofrecer, adoctrinar, enseñar o denunciar......o para entretener y lograr que durante un tiempo valioso, olvides penas y sinsabores. Lo uno con lo otro es compatible pero cuando no lo es puede que en ocasiones topemos con auténticas maravillas como Moulin Rouge. No esperen lecciones políticas, éticas o grandes alardes de guión....busquen divertirse, reir, saltar en la butaca, soñar, cantar (o al menos tararear), brincar, emocionarse o incluso soltar alguna lagrimilla para luego salir del cine y darte cuenta que no has aprendido nada, pero !que a gusto te has quedado y que bien te lo has pasado!.
Escenarios excelentes, vestuario excelente, adaptaciones de canciones modernas a la historia muy logradas, McGregor excelente, secundarios excelentes y una Nicole Kidman no en sus mejores momentos pero bueno......la chica es guapa ¿no?.