Ya el gran director sueco Ingmar Bergman tras ver el primer largometraje de Andrei Tarkovsky dijo:
“Mi primer descubrimiento de Andrei Tarkovsky fue como un milagro. De repente me hallaba junto a la puerta de acceso a un recinto en el que yo siempre había querido entrar, pero cuya llave jamás me había sido dada, y en el que Tarkovsky se movía libre y confiadamente. Me sentí animado, estimulado: alguien había expresado aquello que yo siempre quise decir, sin saber cómo. Tarkovsky es para mí el más importante. Ha creado un lenguaje nuevo, que se corresponde con la esencia del cine, porque presenta la vida como reflexión, la vida como un sueño".

Sacrificio (Offret) (1986)
Sacrificio es a mi opinión la mejor película de la historia del cine, y Tarkovsky el mejor director de cine de todos los tiempos, no solo por esta obra maestra, sino también por otras más cómo: La infancia de Iván (1962). Solaris (1972), El espejo (1975), Stalker (1979), solo por nombrar algunas de sus obras maestras del séptimo arte.
Dicho esto me veo en la obligación de aclarar que mi forma de realizar una crítica de cine es tener una referencia del pasado en el presente. Así dicha referencia nos guiará en el largo camino del activo espectador de cine (o crítico de cine). Y esta referencia permanecerá hasta que surja otra película pilar o suprema, que logre destruir todos los cimientos de una teoría anterior. El espectador activo siempre es un devenir del cine. Y ese devenir no tiene un tiempo determinado. El ejercicio de ver cine activamente, cambia, transforma al espectador, este no se estanca. Por ello esta misma crítica tiene lugar y espacio que deben ser considerados, hoy 22 de julio de 2015 tras ver la película Sacrificio, toda mi óptica, idea, concepto, recuerdo, corpus del cine sufrió un nuevo génesis. Hoy la vara está en un altar inalcanzable, ¿cuánto tiempo pasará hasta que mis ojos vean otro film que logre lo que solo logró Tarkovsky con la película Sacrificio?
¿Por qué elegí Sacrificio como la mejor película de la historia del cine?
Ningún director de cine pudo contar como si hizo Tarkovsky:
La amenaza de la llegada de la tercera guerra mundial, la desesperación de una familia burguesa, las reflexiones de un anciano sabio, el existencialismo, el aire que huele a pólvora pero sin necesidad de macro efectos especiales, las bombas explotan en los ojos del espectador, en las conciencias, el sueño, la realidad, el deseo, el tiempo son nada. Nada. Todo es desesperación, un manto de llamas invisibles cubre la pantalla, ya es tarde, estamos dentro de Sacrificio, el dolor, la imposibilidad, nada se parece a esto, y de repente juramos, rezamos, hasta deseamos nuevamente ser niños, perdernos en la ignorancia, olvidar que es el olvido, extrañamos el juego, la fantasía de la infancia. Todo se va irremediablemente y la imagen de todo se va apagando. Inmediatamente cuando menos lo creíamos la magia de Tarkovsky vuelve a sorprendernos.
¿Por qué sostengo que Tarkovsky es el mejor director de todos los tiempos?
Todas las películas que vi de Tarkovsky, muestran como ningún director de cine que haya visto hasta el momento, (ni siquiera Ingmar Bergman): al teatro imitando a la vida, las imágenes hablándonos, son poesía pura, única en el cine, la filosofía, la psicología, la literatura, la vida, la vida, la vida y los sueños en una fuente de infinita reflexión humana.
Andrei Tarkovsky es el poeta irrepetible del cine.