Vulgar, cutre, sin profundidad... En fin una americanada de media tarde sin talento o nada nuevo que ofrecer. Pero no sólo eso sino que además ridiculiza y roza el racismo hacia las personas suramericanas, centroamericanas o españolas como si todos nosotros fueramos delicuentes ya que en una escena aparece un gran registro casi kilométrico de delicuentes de los que llaman "la raza hispana". Vamos patético.

¿Qué es una comunidad? Idealmente una comunidad es un grupo de personas con similares interese, con una realidad geográfica, cultural y económica que les une. Sin embargo, Álex nos presenta com este film no sólo una joya del cine español, pero una tesis doctoral de la sociología y filosofía ética. 300 millones, una comunidad. Y un sólo objetivo. EL DINERO. No hay personajes buenos, ni malos. Sólo motivaciones, pasiones y deseo.

Todos nos tachamos de animales sociales, unidos por el bien de todos pero la realidad es que en nuestro interior prevalece el poder individual. Hay algo llámalo libertad, derechos... Es un poder individual que está por encima de cualquier ley y orden. Y cuando irrumpe la necesidad todos nos agarramos a él. Todos nos convertimos en víctimas, animales arrancados por la ley de la selva que buscan su propio beneficio.

Álex de la Iglesia pretende con esta situación de apariencia kafkiana y dadaísta hacernos ver la corrupción que el dinero ha ejercido sobre nosotros y como nos domina la vida hasta el punto en que ignoramos todo por nuestros deseos más humanos. Así intenta hacernos ver que cuantas más reglas y órdenes nos han intentado inculcar, más individualismo en nombre de una falsa "comunidad" menos hemos sido capaz de respetar una Comunidad. Así, poniéndole nombre a esta hipocresía humana se nos hace ver quién somos y la realidad de nuestra adaptación a un mundo cruel. Mostrándonos como haría Rosseau con su reflexión sobre el hombre y la corrupción de la sociedad. No somos crueles, malvados y perversos por naturaleza. Eso es lo que quieren que pensemos. Nos han enseñado a ser así, nos han enseñado como adaptación a ser narcisistas, egocéntricos a ir hasta el final en esta gran comunidad llena de "respeto" y "solidaridad"...

El enorme mundo del cine engloba desde siempre millones de géneros, estilos, argumentos, planos, fotografías... Pero, parte de una base importantísima, la imagen. La prosa maneja el texto para transmitir un mensaje el teatro texto e imagen y el cine imagen y sonido. Y es eso, la imagen y el sonido, lo que dota a esta película de su exquisitez. Desde el primer al último minuto de la película el espectador es bombardeado con imágenes simbólicas y una banda sonora espléndida y elegida con mucha precisión.

Es por eso, la precisión por la que está película tiene su éxito, está muy bien llevada por su director, sus actores, guionistas y músicos. La capacidad que muestra el director de usar los espacios, los tiempos, imágenes y sonidos la que lleva inmediatamente al público hacia el mensaje. Sí es cierto, y abunda, que hay personas que en esta película simplemente no ven nada o no sienten nada de lo que parece llegar a otras personas. Porque esto señores, no deja de ser una película de culto,valgo arriesgado e innovador. Si fuera un guión manido, con un mensaje plano y poca perspectiva no sería esta película y mucha menos una película de culto.

En mi opinión, esta película de Santey Kubrick tiene la capacidad de mostrar quienes somos a través de lo que nosotros vemos como espectadores. Habra quien vea un película de ciencia ficción, habrá quien vea una vanguardia, habrá quien no vea nada, habrá quien vea un mensaje profundo del ser humano y su evolución como especie vaticinando futuros movimientos y evoluciones de un ser humano que sólo es energía. Pero lo importante es eso y lo que todos debemos ver es que esta pelicula merece nuestro aprecio no sólo por exquisitas capacidades técnicas (que como pueden ver omito porque para mí va implícito en las películas de este director) sino por sus capacidades artísticas que son capaces de crear una variedad de sentimientos en aquellos que intentan contemplarla. Pueden ver lo que quieran pero lo importante es que les ha provocado algo que al fin y al cabo es para lo que crea el artista, para provocar algo y transmitir un mensaje, sea cual sea.

Básicamente "El secreto de sus ojos" pero en cutre. No desarrolla el crimen, no muestra un razonamiento desarrollado de trama pensada. Más bien parece haber escogido un caso más o menos interesante y lo ha tirado frente al público. Aunque es cierto que el principio es algo flojo, parece prometer un climax que se desenvuelva en un final más o menos bueno. Sin embargo esto no ocurre y poco a poco la historia pierde fluidez. La trama empieza a entrar casi a trompicones, no hay fuerza y el thriller se sujeta con pinzas mientras todo se envuelve con ligeras referencias a la moralidad, ética y justicia que tratan de dotar de una profundidad a algo que simplemente no lo tiene. Veo, que se ha tratado de culminar una obra gemela a la gran película de la misma productora "El secreto de sus ojos" pero, es esa comparación e intento de igualdad el que tira por la borda el trabajo de todos los participantes

Ricardo Darín, que tan bien actuaba en "El secreto de sus ojos", aquí se muestra muy frío, falto de emoción o carisma casi pesado. Me decepciona profundamente su intervención con un personaje que podría explotarse mucho más. Tampoco me agrada la manera de actuar de Alberto Ammann en esta producción. Su personaje que debería mostrarse algo más psicópata o intelectual no se moja y queda entre dos casillas en las que no termina de encajar. El director y guionista tratan de abarcar mucho pero al final se quedan sin nada.

Hay que decir de todas formas que hay diálogos bastante buenos, que parecen acelerar un poco el lento paso que toma toda la película. Además, la fotografía es muy buena y hay planos muy interesantes, algo innovadores y que trasmiten algunas de las cosas que permanecen ocultas a lo largo de largometraje.

Somos quizás la sociedad más concienciada ante el sufrimiento ajeno, el dolor de los otros y nos llevamos las manos a la cabeza con horror ante el popular "bullying" que se dispara en las aulas. Lo que no nos imaginamos es que nosotros mismos alimentamos la violencia social de la que nos quejamos e indignamos constantemente. Hemos ideado una sociedad en la que las relaciones personales entre conocidos y desconocidos son cada vez más frías y crueles. Parece casi un recibimiento normal o algo a lo que nos vemos obligados.

Y esto es lo que uno saca verdaderamente en limpio de una película como ésta. La sociedad tras el boom económico se ha convertido en un gigante campo de minas, un diseñado escenario de la ira y violencia que aviva fuegos cada día mayores y hace que las situaciones más cotidianas se acaben desenvolviendo en acciones de gran agresión. La burocracia, la brecha social, el poder, la ira, la venganza, la familia, el amor... Todo se articula alrededor de unas expectativas cada día más altas que ciegan de la felicidad y marcan un ideal de por ejemplo matrimonio o se articulan alrededor del propio interés, del ego o de la falta de sensibilidad más infrahumana. Nos creemos sin duda los seres más civilizados e inteligentes del reino animal y quizás de todos los seres vivos. Sin embargo, esta película nos demuestra una vez más que no somos sino los más despiadados, salvajes, carroñeros y caníbales de todos los animales.