Preciosa. La vi con mis papis. Cuando nos sentamos delante de la tele el sábado (sólo esa noche me dejan ver pelis para mayores) lo que antes me dijeron fue que no me asustase, y que si lo hacía (si en mi habitación después me asustaba con la luz apagada y todo eso) se lo contara a la mañana siguiente. No lo hice, pues la sonrisa triste de la guapa chica rubia (la mamá del niño moreno) me dio alegría para ver todas las escenas de cuchillos y de sangre, además de los atropellos y los volcados de coches, que hubo muchísimos. Y cada vez que esa chica salía, como que me parecía que la película se volvía a iluminar.
Mamá, que papi dice que sabe inglés, me contó mientras veíamos la peli que las canciones hablaban de un héroe, de una persona en la que había algo raro, algo que no se podía explicar muy bien con palabras, pero que todos hablaban de él y él no cambiaba nunca, seguía siendo todo el tiempo el mismo. Eso lo entendí completamente cuando pensé al final del todo que se lo habían cargado con cuchillas, y él ahí, en el coche, una mano llena de sangre y sin hacer ni un solo parpadeo durante minutos enteros, hasta que de golpe cerró y abrió las pestañas, y todos respiramos y después se puso a conducir.
Bueno, pues que sí que me gustó. Mañana la contaré en clase y diré lo que papi dijo cuando se acababa la música: “Me recuerda un poco a solo en un peligro, de garicúper”.