La mejor peor película que he visto jamás. Fantasmas, efectos especiales pobres, absurdos e ineccesarios y un guión incoherente. Aún así de todas las películas de bajo presupuesto y malas, es en la que más me he divertido de largo. La puntuación se mueve en los parámetros de la diversión y el cachondeo, técnicamente un cero.

Matizo mi puntuación. Baja sí, merecida, también.
La idea es atractiva, es hasta incluso posible, en un país como los Estados Unidos. Curioso el modo de ver el día de la purga como algo bueno para los intereses económicos de un país. Los no contribuyentes/pobres/enfermos, son los más vulnerables y caen como moscas. No hay que gastar en ellos, ¡qué mejor manera que exterminar y lavarse las manos!, y sobretodo, si eliminamos a algún que otro capullo, mejor. Muy Curioso.
Aplaudida también la ética de los protagonistas, la de no contribuir a la festividad, hasta en el caso más extremo, aunque eso no sorprenda lo más mínimo, sino, ¿de qué iría la película?.
Por lo demás poco que arañar, lo mismo que siempre, película en la que ocurre todo en una casa y mueren todos, o no, ya sea fantasmas, aliens, asesinos o vampiros.. ¡da igual!.
Muy poco jugo a una atractiva idea. Fracaso.

Lo mejor de la película, sin dudas, el cuadro de Carmina Barrios. Ahí donde estén los León, está la mama. Muy grande.
Por cierto, la película, una basura.

Pues sí, señores, es mi primera crítica después de más de mil películas vistas y valoradas, pero siempre calladita. Un Brácula: Condemor II, no me levantó los nervios de esta manera. Una película puede ser mala por cualquier motivo; presupuesto, argumento, escenografía, reparto,etc. Todo es valorable para bien y para mal. Esta película es un punto y aparte. Pero esta, no la original del 97.
¡Vamos a poner caras bonitas/guapas/atractivas, porque, las otras caras, son feas!. Señores, no son feas, son expresivas. La película es una copia de la original, plano por plano, letra del guión por letra. La original, una joya, esta, bisutería.
Mi absoluta recomendación es ver la original, con sus caras, sus voces y sus expresiones agónicas y dejad a un lado el maquillaje y la marca USA, por lo menos en esta película. Nada en contra de los actores.
Y señor Haneke, soy artista, y no volvería a pintar el mismo cuadro exactamente igual más de una vez. Ni por todo el dinero del mundo.