El hedor:
Hace tiempo intenté leer el libro si poder siquiera llegar a la mitad... Y conste que lo quería acabar, pero me resultaba tan falso, manipulador y desagradable que no fui capaz. Lo he intentado con la película, y la vi entera... A mi pesar. ¿Qué clase de misántropo de mente enferma y retorcida puede idear una historia así y pretender disfrazarla de amor? ¿De verdad alguien puede tragarse este bodrio si tiene un poco de alma? De acuerdo, es ficción, y la película está bien hecha (sonrojante y estúpido final aparte) y eso es casi lo peor, darle a la historia ese halo casi divino... ¿Exito en Alemania? No me extraña, de allí es el "canibal de Dusseldorf" y aquel otro se se comió a su ligue (con su consentimiento, claro, por amor) y otras joyas semejantes del "amor" de Suskind... Es desmoralizante. ¡Que no, que no se lo compro señor Suskind! En mi pueblo eso se llama psicopatía... Y cosas peores.

Es una de esas maravillosas películas que consiguen conmover al espectador; sobre todo el estómago, el esfinter y la mala leche de sentirse tan estafado. Si el tiempo es oro, este director me debe una pasta.