Sorpresa total. Esperaba una serie-sketch al estilo muchachada o museo coconut (que me hubiera parecido bien) pero es algo más.

Supongo que una gran parte del mérito es de Miguel Esteban, que si no me equivoco, aparece como director y guionista de todos los capitulos y que fue uno de los co-creadores y guionista de la también estupenda el Fin de la Comedia. El caso es que además de ser divertida, que era más o menos esperable, tiene una narrativa coherente y que incluso se permite momentos con un trasfondo emocional bastante inesperados viniendo del mundo chanante.

La serie en sí funciona como refrito de múltiples referencias. Desde Little Nicky en el planteamiento o Padre de Familia en algunos gags, hasta Rick y Morty e incluso algunos aires de Futurama (el fantástico capítulo 7 me llevó directo al de Fry y su perro), además de otras referencias directas o indirectas a clásicos del cine o de la cultura pop. Para algunos fans de estas series a lo mejor Pobre Diablo no está a la altura, pero para mí va más allá del homenaje, creando en unos pocos capítulos (a falta de ver el último) un universo propio que ojalá puedan seguir expandiendo.

Ya hay personajes icónicos, empezando por Mefisto (hecho a medida para Ernesto Sevilla), o Samael (la hermana, con voz de Gakian también cómica, no sé si con experiencia en doblaje pero lo hace perfecto). O para mí, el que es el mejor secundario, Surt (una especie de versión demoníaca de Zapp Branigan).

En negativo, la animación aunque es bastante buena (siguiendo el estilo de Joaquín Reyes) podría ser más fluida en algunos momentos, lo que da cierta sensación de cutre (no sé si es intencionada pero creo que podría haberse evitado). Y volviendo al doblaje, efectivamente cuesta un poco al inicio y se nota que no son profesionales en esto (están todos los cómicos de España implicados: algunos bien y algunos no tanto) pero dado que es un producto propio, me parece muy bien que sean los propios creadores quienes pongan las voces. Por no decir que cada vez que oigo al diablo con acento canario (doblado por Ignatius) se me pone una sonrisa de lado a lado, da igual lo que diga. También me resulta extraña la decisión de situar la serie en Nueva York, aunque visto el resultado no les funciona mal.

No sé si las críticas negativas vienen por las múltiples referencias culturales: incels, feminismo, criptobros... Espero que no, porque sería para hacérselo mirar.

No le pongo un 10 por esos pequeños defectos, pero vaya maravilla de serie.

Es bueno tener un apoyo en momentos de soledad, y de sufrimiento, cuando no sabes donde dirigirte, cuando te sientes solo o no sabes qué hacer con tu vida. Hay quien encuentra la fuerza para seguir adelante en la fe, la religión o en libros de autoayuda. Yo, en Six Feet Under.

Es una serie lenta, detallista, en la que las relaciones humanas y las emociones de los personajes son seguramente los grandes protagonistas de la historia. Por eso quizás puede costar entrar en la serie, y no es raro, al fin y al cabo vivimos en un mundo en el que la inmediatez, los tabúes, y las barreras emocionales dominan nuestra forma de comportarnos y relacionarnos.
A todo el que se anime a verla, me gustaría decirle que tenga algo de paciencia. Hay quien se engancha desde el principio y quien se aburre porque no pasa nada. La sutileza, la sensibilidad, la belleza o el humor con el que tratan temas tan cotidianos y tan difíciles como la muerte, las relaciones, el amor en todas sus expresiones, (entre hermanos, novios, padres, entre seres humanos en definitiva) van formando una red que se va tejiendo poco a poco, dejando pinceladas en las primeras temporadas, con más o menos altibajos en las siguientes (ver spoilers) y llegando a un clímax absoluto en la última.
No hace falta que diga que es el mejor final de serie que he visto, es más, incluyo también películas, libros o cualquier otro medio.

Una serie en definitiva con el potencial para cambiar tu forma de pensar y de actuar, que te ayuda a tomar decisiones, una verdadera lección de vida. Por todo, a pesar de no ser perfecta siempre, merece más que ninguna otra serie, un 10.

Mi reacción esperable después de ver esta película es la que da título a la crítica. Es muy bonito sorprendente a tí mismo emocionado por una chorrada pretenciosa de este calibre. Película extraña, opera-rock con pretensiones artísticas que honestamente no sé ni cuáles son. Pasada de rosca, de un romanticismo trágico exagerado hasta el extremo.

Hay una premisa de Billy Wilder, con la que habitualmente concuerdo, de que el mejor director es el que no ves. Que la filigrana artística nunca distraiga de la historia que quieres contar. Aquí estamos ante un buen contraejemplo de este principio.

Tiene decisiones artísticas muy raras. Lo que se suele calificar como "ir de moderno". Esto es así. También se puede hacer un pelín larga en su parte intermedia. Pero, qué bonito es encontrarte con películas que rompen tus preconcepciones sobre el cine que (no) te gusta. Dejarte llevar por el exceso de sus imágenes y de su música, por la teatralidad e intensidad de sus actuaciones. Salir maravillado por la secuencia del director de orquesta o por el dúo final. Escuchar la banda sonora (y recordar la película) durante semanas.

Gracias Léos Carax por flipártelo tanto y dirigir esta rara y especial obra maestra.

Brad Pitt con cara de circunstancias se pasea por el sistema solar como si fuera la casa de su tía. (*)

La voz en off de Brad Pitt te explica lo que Brad Pitt hace y siente. Su cara no te va a servir de mucha ayuda. La voz es bonita eso sí, su cara también. (**)

Las imágenes espectaculares. La luna, marte, el espacio.

Confieso que tenía expectativas. Sabía de la sátira, del feminismo. Había leído las criticas. Y me alegra mucho poder decir que es una magnífica película.

Para empezar hace fácil algo muy difícil: que el tono de la película, el medio camino entre realidad y ficción resulte creíble y orgánico. La dosis justa de efectos de sonido y visuales; la dosis justa de bailes y coreografías. El exceso de brillo, color rosa y purpurina pero sin desentonar con el mundo real. Solo esto ya es una gran acierto.

Y entre medias está el meollo del asunto, el motivo principal por el que seguramente acumula críticas con unos y doses: el feminismo, el patriarcado. Esas palabras malditas.

Es una pelicula ideológica, sí. ¿Era la muñeca Barbie ideológica? También.
¿Tenía ideología hacer una muñeca de medidas "perfectas", guapa, rubia y alta?. ¿Tenía ideología que llevaran siempre tacones?. ¿Ayudó o perjudicó a las mujeres este estereotipo?¿Ayudó en su momento mostrar que una mujer podía ser médica, aventurera o astronauta?. ¿Ayuda ahora?. ¿Qué pinta Ken?. ¿Para cuándo la Barbie depresiva?

Y por último, salvo por las trabas ideológicas que tienen algunos con el feminismo, ¿de verdad a alguien se le ocurre, en el siglo en el que estamos, cómo hacer una pelicula de Barbie que sea mejor que ésta?