Una vez dijo un famoso: si no podemos proteger la Tierra, la VENGAREMOS.

Hay tantas cosas que me gustaría contar de esta película, profundizar en todos sus detalles que podría estar días hablando de ella. Podría empezar con un “erase una vez”… o, “en un lejano país”… pero esta historia me temo que empieza por un final, lo cierto es que no sé exactamente cómo empezar. Bien, lo haré a mi manera, desde el corazón.

A lo largo del planeta muchas personas se hacen preguntas con respuestas inciertas, supuestas teorías de cómo acabará todo, aquí nada es seguro. Son diez largos años donde estos célebres personajes de cómics han acompañado la vida de muchos, tanto de niños/as como de adultos. O decirme, ¿quién no ha oído hablar del millonario carismático, del gigantón verde, del soldado más longevo, del poderoso Dios del trueno?. Pero, es hora de comprender que todo tiene un final, que incluso los más fuertes no siempre ganan.

Los hermanos Russo nos trae una película sin escrúpulos, sin compasión, aquí todo va a saco, no hay tiempo de espera, la llama que enciende el mundo se marchita sin dejarnos tiempo para un suspiro alentador. Después de ver la primera parte todos nos quedamos de piedra, sin habla, miradas cruzadas pero sin decir nada… es el amanecer de un nuevo día, una esperanza en los ojos llorosos de un niño que mira a su padre preguntando: papá, ¿por qué Spider-Man ha muerto?, es eso lo que me emociona, ¿qué haría yo sin ti, querido Cine?.

Tras diez años de intensa espera. Hoy, uno de junio, por fin llegó. Desde que se dio la noticia de una secuela me alegré al momento. Una vez vista, comienzo con mi crítica.

Un matrimonio, y sus dos hijos, deciden alojarse en un campamento de caravanas. La primera noche se convertirá en su última si no logran escapar de tres asesinos psicópatas enmascarados que rondan los alrededores del campamento.

Partiendo de esa idea clara y sencilla, podemos darnos cuenta que la película parte de pocos personajes, pero tampoco es necesario de más. Como ya sabemos, los actores son los que da vida a los personajes, y he aquí el primer punto negativo, hay un nivel medio-bajo de interpretación entre la mayoría de actores, y no es caso sorprendente tratándose de actores poco conocidos con una corta carrera en su gran mayoría. Es el ejemplo de las escenas dramáticas donde más bien no por una mala dirección exactamente sino por una escasa carisma, valga la redundancia y lo poco que transmiten rompe ese dramatismo dejando llegar un sentimiento de pena muy débil que intenta empatizar marchándose al rato.
Por si fuera poco, lo que deja aún más en ridículo es el siguiente punto negativo, su guión. El cual parte de una buena estructura contando una historia entretenida intentando alejarse de los clichés como puede dando tu toque personal pero Bertino crea diálogos típicos de este tipo de películas de terror, diálogos torpes que a veces causan risa al espectador y situaciones aberrantes y previsibles.

Visualmente, la película luce por sí sola, dejándome el paso al primer punto positivo. El director, sabía cómo contar a través de la cámara el guión que le habían escrito. Hallarás la prueba en alguno de sus excelentes planos, en alguno de sus movimientos de cámara, en su bella y angustiosa atmósfera venido de la marca Carpenter al más puro estilo ochentero gracias en parte a su soundtrack, segundo punto positivo, con grandes y clásicos temas de la década.

En resumen y como punto neutro final, Los Extraños: Cacería Nocturna, es una digna película slasher con un elegante estilo ochentero y que contando con menos presupuesto logra ser mejor en el apartado técnico que su antecesora pero queda muy atrás en cuanto a guión y a interpretación de actores.

"La serie de la infancia". Así es como la definiría yo.

Lo cierto es que no consigo recordar con certeza la primera vez que vi esta serie. Tal vez fue con 3 años, 4 años o 5, pero, gracias a mi padre y hermano por enseñarme esta joya. Recuerdos del pasado se vienen a mi memoria, montones de merchandising que adquiría, combates en la vida real con los compañeros de clase discutiendo por quién sería Goku y muchos más recuerdos que me acompañarán de por vida. Y este es el poder de la animación.

Una serie que veo cada 5 o 6 años y cuando la vea por última vez ya de anciano, acurrucado en el sofá de mi casa, con una taza de té en la mano, me sentiré más vivo que nunca recordando mi infancia y viviendo las aventuras de Goku y sus amigos después de 100 veces vista ya. Y ese es el poder de la animación, esta serie nunca morirá, Goku seguirá siendo un símbolo mundial y los recuerdos de la infancia de millones de personas irán a parar al corazón de Toriyama.