Película digna de nuestros tiempos. Sin hablar de lo que al género corresponde, de las complejidades de la astrofísica y demás, destaco la excelente mezcla de ficción y drama sustentado por un buen guión. La película se plantea y logra, de manera brillante, abordar cuestiones existenciales que llegan justo al pecho y te dejan sin palabras. Un recorrido por el espacio en tres horas (que parecen menos) donde te recuerdan lo insignificante y limitada pero a la vez valiosa que es la existencia... lo imprescindible del amor en nuestras vidas...

Desde el primer momento sentí que la película era lentísima y que iba a ser eterna, y en efecto lo fue.
Se supone que la historia marca un antes y después con la primera escena y la última, es decir, comienza y termina en la misma situación, después de que a lo largo de la película pasan los días y se muestra cómo una relación de pareja va sufriendo un gradual deterioro debido a la distancia. Tengo que decir que para mí no existió tal cosa porque de principio a fin vi dos amantes desconectados.

En última, siento que hay buena intención detrás de todo, pero no se consigue un buen producto. No digo que este tipo de cine esté mal, pero para que llegue a algo bien logrado debe ser brillante en muchos sentidos y obviamente este no es el caso.

Buena pero contada de forma ligera y superficial. No alcanza a llenar las expectativas del espectador que siempre espera algo grande de Tim Burton. Esos ojos grandes son fantásticos y melancólicos, además de época, temáticas interesantes... definitivamente merecía un mejor desarrollo, mucho más del director y de su tinte característico que apenas se asoma por pequeñísimos momentos.

Vale la pena verla, es buena pero no es inolvidable.

Pocas películas logran plasmar y reflejar de manera cómica e inteligente ese deseo prohibido de venganza que todos tenemos y tratamos de guardar herméticamente (algunos no tanto) pero que por momentos aflora y da vueltas en nuestra cabeza, con tanta fuerza, que quisiéramos hacer justamente lo que hacen los protagonistas de relatos salvajes.

Una mezcla de historias y sentimientos increíble, historias que muestran al ser humano de aquí y de allá en toda su dimensión más salvaje, inconexas pero que siguen de forma brillante el mismo hilo argumental, sencillamente excelentes y con muy buenas actuaciones.

Algunas escenas como en el caso de "bombita" te dejan con sensación placentera por estar frente a una situación en la que te puedes identificar fácilmente; mientras que otras, por el contrario, te ponen a pensar en lo irracionales y dañinos que podemos llegar a ser cuando damos vía libre a los impulsos más elementales, egoístas y salvajes... interesante reflexión y muy entretenida película.