Como gran lector de Juan Marsé, y viendo los desastres generalizados que han sido las adaptaciones de sus novelas al cine, me atrevo a afirmar, subjetivamente, por supuesto, que esta película capta la esencia de la obra del autor catalán.

¿Quienes mejores que Ornella Muti (ya sólo por verla merece la pena cada segundo del film) o el espectacular Imanol Arias haciendo de Faneca? Hasta la elección de Javier Bardem, que apenas aparece unos minutos al inicio, interpretando a un limpiabotas, es para quitarse el sombrero.

Denle una oportunidad. La merece. Y cuando acaben, aprovechen, apaguen la tele y lean a Marsé.

La frase de que la realidad supera la ficción es totalmente aplicable a este film. Ningún director especializado en el cine de terror habría llegado a realizar algo tan espeluznante.

Sólo un aviso: puede llegar a ser una de esas películas que traumatizan al espectador. No quiero desalentar a nadie, de hecho considero que es realmente importante conocer las atrocidades que se cometieron. Ojalá no vuelvan a ocurrir nunca.