Ya lo han dicho antes otros FA: que no todo en una película es la música, ni siquiera su fotografía, que en este caso son incontestables ambos aspectos.
Demasiado larga para lo que cuenta, y con un desarrollo tan plano, con supuestos chistes que no pasan de gracietas.
Tengo que reconocer que a la hora de su pase en la TPA (tele autonómica asturiana), la he abandonado para hacer cosas más interesantes y prácticas para mi persona (aprovechar el soleado día, antes de las anunciadas tormentas que vendrán).
Con dos horas como máximo hubiera quedao mucho mejor, incluso con 90 minutos tan solo.

Como bien apunta José Antonio ZG en fecha muy reciente, este film ha resistido muy mal el paso del tiempo. Presenta una guerra de sexos casi antediluviana, con unos presupuestos argumentales que hoy día nos sonrojan sin duda alguna.
En cuanto al color que otro comentario refiere, tiene cosas graciosas como ver que el pelo de la chica es màs bien rubio antes que cobrizo, como se ha dicho, se supone que cosas del cromatismo del film.
El título que he puesto a mi crítica alude a la sempiterna interjección pronunciada por una coprotagonista, llamada Espuela. Expresión que suena un poco ridícula en España, y desde luego, casi lo más gracioso de esta película.

Así reza el cartel promocional de la película, traducido al español: "Experimenta la increíble historia de cómo la humanidad descubrió al mejor amigo del hombre"

Venga ya; le pongo un 3 por las bonitas escenas naturales que aporta, que si no fuera por eso un 1 era ya muy generoso.

Pues no; como ya han dicho muchísimos críticos anteriormente, el rigor histórico o siquiera acercamiento a una realidad del pasado de hace 20000 años, como la propia película nos quiere hacer creer, es nulo por completo.

Es muy triste que la mayoría de puntuaciones altas se han emitido simplemente por personas amantes de los animales, o que tienen perros como mascotas, y les ha tocado su fibra más sensible. Señores: seamos serios, aquí valoramos la calidad de las películas, no el grado de sensiblería con el que nos edulcora su producción o dirección.

Y desde esta perspectiva, el film no se sostiene por ningún lado, salvo como ya he dicho, por su preciosista fotografía de exteriores, ya sean lagos helados o puestas de sol. Mala actuación de todos sus protagonistas, donde quizás el mejor ha sido Chuck, el perro-lobo, y con eso ya digo bastante. Nulo rigor histórico en todo el film, salvo la datación del primer encuentro amistoso entre lobos y humanos, que efectivamente ocurrió alrededor de hace 20000 años. Aunque no fue un acercamiento instantáneo como muestra la película, si no gradual y lento en el tiempo.

La ropa que visten los homínidos parece de burla; ¡llevan hasta capuchas!, costuras perfectas, fulards, etc. Una película que quiere recrear en serio una época vital, debería tener más cuiidado con cosas tan básicas como esas.

Lo siento, pero al contrario que el resto de críticos doy un suspenso al film, por lo que indico en mi título: muy poca fiebre, falta de "chicha", parece que los personajes están ahí con desgana, sin pasión ni mucho interés.

Niestro héroe va a casarse con su prometida, y no tiene mejor cosa que hacer que dejarla bailar con sus enemigos. No lo entiendo.

También pienso que la chica protagonista tiene muy poca gracia, la veo algo insulsa, como el resto de los personajes.

Yo también me me llevado la decepción que comenta el compañero Guanajapen, y aun mayor, por lo que mi puntuación se queda en un 3.

Encuentro una realización con mucha desgana, sin interés alguno, parece que los personajes están ahí porque no queda más remedio, que igual les daba todo.

Tan soporífera que no he podido evitar desviar la atención en más de un momento; y lo que más recuerdo de la película son las idas y venidas de los personajes del pueblo a la casa de la chica, la señorita Mona, que por cierto se muestra bien sosa y desganada también.

Por lo visto, era muy fácil entrar en el cuerpo de Rangers, ya que admiten sin problema a los delincuentes.

Cuando digo del cuerpo de Rangers, incluyo la cárcel también, de la que se ve que no es difícil salir tampoco.