No es una mala película, desde luego que no. Sin embargo, a mi modo de ver no pasa de ser una película de entretenimiento hecha con calidad, pero que desgraciadamente no puede encumbrarse con seriedad como una obra profunda que da que pensar y va más alla de las espectativas de un film comercial. Indudablemente, toda la película está resuelta con buen hacer y secundada (y en algunos momentos fundamentada) en las interpretaciones de algunos de los miembros de su reparto, exceptuando la presencia de Demi Moore, que interpretativamente es, posiblemente, el punto flojo de Algunos hombres buenos, aunque esto ya entra dentro de los gustos subjetivos de cada cual.

La película tiene muchos puntos a su favor que, personalmente, me encantan. Muchas sutilezas que podrían pasar desapercibidas eclipsadas por el ritmo constante de la película, que para nada deja notar la duración del metraje. Sutilezas contenidas en pequeñas escenas o frases que consiguen dar solidez y verosimilitud al argumento, como por ejemplo aquella en la que el protagonista se da cuenta de por qué motivo ha sido elegido como abogado defensor por parte de sus superiores.
Todo el film consigue engancharte a la butaca y vivir el proceso del juicio a medida que se va desarrollando, desgraciadamente toda la preparación y cocción del plato se echa a perder en el climax final de la película...

Reconozco que me ha enganchado la serie, pero simplemente porque no me la tomo en serio. He de hacer un esfuerzo en cada episodio para olvidar la mediocridad del equipo creativo e intentar reirme sanamente de lo que me están colando. A parte de los cien mil veces comentados fallos históricos, o el chirriante uso del lenguaje que hacen los guionistas, me permito rememorar algunos de mis momentos favoritos de la primera temporada: Me encanta como el hijo de Aguila roja hace uso de un mechero ZIPO en el interior del ataúd donde ha sido encerrado jajajaj... genial, algo sólo superado por el prototipo de Gilette Blue II que diseña el barbero. Sin palabras...
No dejo de cuestionarme porque la sigo mirando.