He leído críticas de todo tipo, oído opiniones de varias personas, todas ellas con admiraciones y rechazos, pero ni un sólo "ni fu ni fa", eso me llamó la atención. Cuando alguien dice: se deja ver, entretiene, nada del otro mundo... se supone que pasa inadvertida y no forma controversia alguna, todo lo contrario que produce ver esta película, o gusta, o no.

Personalmente, me ha fascinado sobremanera el carácter que ha mostrado su director para contarla, arriesgando -como muchos dicen- y sobrepasando lo ridículo -como dicen otros- para convertirlo en algo ingenioso. Por eso he disfrutado viéndola, porque es tan poco almodovariana como también lo es. Me ha dado la impresión, a ratos, de estar viendo algo de Lynch, o de Tarantino, es como si Almodóvar hubiese absorbido el cine moderno de los últimos años y lo hubiese canalizado a través de su propio filtro, para repartir esa fórmula a lo largo del film en cantidades irregulares, ¡y funciona!. Tiene momentos verdaderamente buenos, como otros que no tanto pero siguen en la línea de disputa de su visionado, y mi cerebro aguantó hasta el final.

A falta de leer la novela de Jonquet Thierry (acabo de empezar y en las primeras páginas ya guarda una similitud alterable), he de reconocer que me ha impactado, tanto como me ha divertido durante las casi 2 amenas horas que he ido variando la posición del respaldo en la butaca.

La pega más relevante es que, en su lugar, habría modificado el montaje del relato algo más de como está (sin entrar en spoilers). En mi opinión funcionaría mucho mejor a nivel narrativo y sería una película redonda, no obstante estamos ante una de las mejores del director manchego, y de lo más interesante y provocativo del año.

No me considero fan de King, pero reconozco que tienes buenas adaptaciones (Cadena Perpétua es sin duda la mejor). Y esta promete lo que ofrece, un relato corto donde una misteriosa niebla se apodera del pueblo y sus habitantes quedan encerrados en un supermercado, simple, pero añadiendo un "metódico análisis de distintas conductas humanas y que expanden las posibilidades del relato con desarrollo de origen psicológico y social" (como mencionaron en algún blogdecine). Pese a ciertas escenas de conflicto social y religioso, que es quizá su única pega (está claro que la forma de pensar de los americanos no es la nuestra), la película goza de buenas dosis de terror, el plato fuerte.

Las escenas de acción aumentan conforme avanza la historia; desde la niebla aproximándose, (atención a la escena de la puerta) a la excursión a la farmacia (lo que se descubre en ella), y al intento de escapada final en el aparcamiento, absolutamente tensos.
Los escasos efectos especiales son justos pero correctos (limitados en un par de planos), ayudan perfectamente a comprender la atmósfera y da cuenta de que la historia madura conforme avanza el metraje.

El final fue bastante criticado por los seguidores de la novela al ser cambiado en el film, pero es ése el mérito del director, Frank Darabont, al ofrecer algo nuevo y sin calcar la última página, sorprende y conduce con seguridad la historia hacia el desenlace más cruel y trágico visto en una pantalla en años. Pese a este detalle (y no sólo por él), muy recomendable.

Durará dos horas y media, pero se hace tan corto, efímero e impresionante que uno se queda sin palabras o no encuentra las que precisan una descripción concreta de la que ha sido, como pocas, una de las que mejor rato me han hecho pasar en una sala de cine.


La historia: Desde el comienzo se guía por un camino simple pero eficaz: como puede ser el atraco perfecto. A partir de aquí rellena los espacios más insignificantes de normas y elementos ORIGINALES -y que la comparación con otras películas del cine moderno son puro espejismo- que a nadie deja indiferente. La mente ya está abierta y los elementos secundarios acaparan gran relevancia dentro de la comprensión de la historia, no dejan de ser enlaces para lo que viene a ser la verdadera trama, a posteriori, en un mundo tan diverso como el del SUEÑO; este, únicamente representa el escenario.


El reparto: Desde el personaje principal que encarna -el cada vez más grande como actor- Leonardo DiCaprio, hasta el secundario de lujo que aparece como si de un breve cameo se tratase, los personajes llenan de vida lo que en un principio puede ser el Matrix menos soso que ha parido el cine de ficción (y que si no hubiese existido Blade Runner sería la película de culto que habría precedido Ciudadano Kane).

Particularmente, hay que aplaudir la soberbia actuación de Joseph Gordon-Levitt, que sabe hacer más que "cosas de marcianos" y deleitarnos con papeles que a muchos otros veteranos se les quedaría grande. Por otra parte, Nolan peca de hacer buenas migas con sus colaboradores y repite con hasta 3 de su 'Batman Begins'. El resto, son más que caras conocidas y dejan escapar alguna sonrisita cuando recuerdas la última vez que los viste en pantalla. Es casi mejor no leer la ficha artística y dejarse sorprender.


La música: Los compases de las notas musicales sumergen al oyente en una situación que se aproxima y el desarrollo de los acontecimientos nos prepara de forma inminente, nos hace ver que el hilo de la historia avanza, casi con pasos acelerados, y que da pie a no apartar la vista de la pantalla un instante, consiguiendo enfocar al espectador la sensación de angustia en escenas que ni si quiera muestran tal cosa, sin ritmo acelerado, como si el claxon de un camión nos pidiera paso a cámara lenta porque nos va a embestir.

También goza de cortes de relax, dando un respiro a los personajes y al espectador, en forma de desahogo. Zimmer tiene la habilidad de transformar la misma nota "monosilábica" en la razón por la que tenemos el corazón en un puño. Puro arte.


En resumen: Es una película compleja pero fácil de seguir, con muchísimos elementos atractivos y un ritmo de montaje que ameniza su metraje, tan original que se puede volver a visionar en un corto período de tiempo y disfrutarla como la primera vez, transportando al espectador a rincones nuevos, desconocidos en el celuloide y nada complicados que la mente puede concebir.

Una originalísima -aparente- comedia romántica. Visualmente agradable, sentimentalmente impactante. Con una carismática pareja protagonista (ella por encima de él), retando a satisfacer al espectador con picardía hasta relamerse, llevando la historia por un camino agridulce para desembocar en un drama poco usual -con tintes de comedia negra- con tal de ganarse tu afecto y tu atención hasta el final. Lo consiguen.