Pocas veces decido comentar una película. Sin embargo, cuando lo hago, significa que no me he quedado indiferente. INDIFERENTE? ES LA PELÍCULA DEL AÑO! DEL AÑO?!?! DE LA HISTORIA.
Esta evocadora película es absolutamente trascendental. He estado dándole vueltas y vueltas esta noche sin poder pegar ojo. No quiero adelantar más porque HAY QUE VER PARA CREER. No se puede describir con palabras. La última hora de la película es simplemente una secuencia de barbaridades, una tras otra, digna de presenciar. Siendo honesta, si sois sensibles, probablemente tendréis que resguardaros en los brazos de vuestro acompañante, al igual que yo.
Un gran aplauso se merece su directora Coralie Fargeat al haber plasmado en forma de sátira cómo la sociedad en la que vivimos, ejerce presión sobre el físico de las personas y excluye a todo ser que se va volviendo "viejo''.