Lo más desesperante de esta cinta para el olvido es la maravillosa manera de encajar la situación por parte de los genios del FBI, expertos supuestamente en ésto mismo. Lejos de razonar, de intentar decir "De aquí no se mueve ni Cristo hasta que no se pase la hora", se desperdigan en grupitos, se acusan unos a otros y hasta se cortejan en las duchas (una escena de sexo en una película de asesino en serie???? JAMÁS LO HABÍA VISTO!!).
Dejando de lado la precisión MacGyveriana de las trampas (¿alguien cree que eso lo puede
montar una sola persona?), me resulta muy mona la presencia de un pobre hombre en silla de ruedas en tal fregao, porque uno pide que, por favor, al menos no haya una escena en la que tenga que enfrentarse a la muerte por culpa de su deficiencia física. Vaya, era mucho pedir, ya veo. También uno pide que después de insistir 50 veces la fumadora en lo de la máquina de tabaco, NO VAYA A MORIR con algo relacionado con el tabaco. Oh, no!! Y encima justo después de marcharse de forma irracional del cobijo de sus compañeros, para estar... SOLA!!!
Y sobre el final, en fin... ¿Alguien cree todavía que la debilidad de la protagonista era el
agua? Con su gracilidad moviéndose, con su capacidad de aguante, con su... Lo del "combate" acuático por cierto, ejem...

Bueno, por hoy ya me han tomado el pelo bastante.