Charlie Brooker nos presenta un thriller cargado de tópicos propios de CSI Miami y con pretenciosos tintes épicos. La trama, del todo innecesaria, narra la historia de como el primer ministro se ve obligado a cumplir una absurda petición sexual, zoofílica y morbosa para salvar la vida de la princesa Sussanah que ha sido secuestrada por un individuo de identidad completamente desconocida. Vale muy bien, y que? a mi que me cuentas campeón... acaso un secuestro en el que se ven involucrados altos cargos políticos es algo novedoso? acaso todas las críticas de "obra maestra", o "fiel reflejo de nuestra sociedad" son merecidas? A mi me gusta muchísimo el pan bimbo con nocilla blanca. Y luego ese diálogo de pretensiones tarantinianas a cerca del movimiento dogma 95. Un aplauso Charlie Brooker, un aplauso, ahora todos los que vean este capítulo pensarán que eres un tipo culto y formado y que te gusta Lars Von Trier. Al igual aún lo vais a flipar todos, muy épico el momento en el que el primer ministro está practicando sexo con el cerdo y se ven las caras tristes de la gente a cámara lenta y con un piano triste de fondo. Pues a mi no consiguió conmoverme, la verdad es que en ningún momento lo consiguió el maldito Rory Kinnear de los cojones, con una interpretación del primer ministro a modo caracartón, y habrá quien diga que hizo un papelazo pero la verdad es que en ningún momento me resultó creíble.