A pesar del trabajo de los actores las escenas que pretenden provocar ternura o risa resultan forzadas. Al no funcionar estos dos componentes de "relax", se deja al descubierto, con crudeza, el patetismo de la vejez ante los ojos de la juventud, resulta cruel y en muchos momentos desagradable, además la relación entre los personajes de Peter O´toole y Jodie Whittaker tampoco llega a ser creíble y ni tan siquiera ellos llegan a caer medianamente bien al espectador. Prescindible.