Cuando vi el trailer de esta película, pensé en puro cine de terror para adolescentes, puro cine comercial. Y en buena parte sí que lo es, pero tocado por un mago del celuloide como el señor Martin, todo cambia ante tus ojos, y te engancha de tal manera que te olvidas de que al cuarto de hora de película ya sabes como va a acabar. Es más, cuando llegó el momento del desenlace ni siquiera me decepcionó lo previsible del mismo, porque en ese punto ya me encontraba totalmente inmerso en la pesadilla paranoica del protagonista (por cierto fantástico de nuevo Di Caprio, no entiendo como aún quedan restos de rechazo hacia este actorazo, como si para muchos se hubiese quedado hundido con los restos del Titanic). En definitiva un guión aceptable, con pequeños detalles evitables (como los anagramas), pero con tal fuerza en cada plano que permite que el espectador pase por alto esas minucias y se quede con la impresión de haber invertido su tiempo de manera inmejorable.