Me ha encantado la actuación de Juliette Binoche, no sé si me ha gustado la película, ni sé lo que me ha querido contar el Sr. Director, pero le agradezco el demostrarme que se muy poco de cine a la vista de los entendidas críticas que he leído y la califican de buena, cuando no de muy buena.
Anduve toda la visión del largometraje entre que me gustaba el ritmo, los dialógos, principalmente el que tiene la Binoche con su hijo, pero mira por donde de forma casi mágica se encuentra la protagonista con una mujer, entre rural y erudita de los sentimientos y pasiones humanas y da tal giro la trama, que no sé si, de repente, me introdujo en otra sala o es que de lo anterior no había comprendido nada.
Justo es también destacar la conversación que mantiene la pareja protagonista con otra, en la calle, sobre lo que intentó transmitir al mundo el escultor de una obra que representa el abrazo de una mujer a un hombre.

En fin, en mi opinión, no se bien si me gustó o me disgustó y es por eso por lo que la califico de interesante y prometo mejorar en mis conocimentos cinéfilos.

Se preocupa en exceso y de una forma poco creíble de desmarcar a la organización irlandesa IRA. Además las escenas que resuelven el final de la trama en la casa del protagonista están llenas de personajes que aparecen y desaparecen; casi por arte de magia los terroristas hacen y deshacen a su antojo y eso que se encontraba entre los asistentes un personaje político de gran altura. Y todo para que al final se produzca la persecución clásica y manida entre bueno y malo.