Este film es el segundo que veo del (ahora convencida) grande, grande, Pasolini.
Todas las historias eróticas y pícaras que se desarrollan en la película, tienen como ambientación una época medieval. Lo cual las hace tener ese "encanto" que las hace tan especiales, y tan maravillosas artísticamente hablando.
Nos introduce en un mundo hipócrita, donde el más fuerte se hace vencedor, pero con un cambio de roles muy ameno y que hace a cualquiera esbozar una sonrisa. Aunque, por supuesto, no pierde su estilo habitual, el atrevimiento y la osadía son factores que destacan en esta película, no hay más que ver la historia del cura, quien pretendía conseguir mantener relaciones sexuales con una joven a base del engaño (tomen mensaje oculto). Y de las monjas, las cuales, sedientas de sexo, contratan a un apuesto y a la vez poco avispado hombre. En fin, todo un placer para los sentidos, y tiene el mejor de los finales, véanla, véanla.

Frank Capra, noble caballero, le estaré siempre agradecida por esta placer para los ojos y oidos.
Transmite muy bien que, a nosotros, amigos cinéfilos, nos queda una esperanza en el mundo, aún quedan esas personas buenas de verdad, esos pobres hombres, aquellos que viven para hacer felices a su prójimo, para hacer de esta mierda de mundo un sitio mejor, ese es el pueblo, y por muchos políticos sin escrúpulos que vengan a gobernarnos, seremos siempre algo invencible, porque señores, el mayor don que tiene el ser humano es la libertad, y la felicidad.
Ahora, ciñéndome en la parte artística de la obra, no puedo ni debo mostrar más que admiración.
En ella vemos a un Gary Cooper siempre agradable a la vista, con una intensísima actuación, grande Gary.
Y Bárbara, acostumbrada a hacer de pícaras mujezuelas, lo borda.

Posiblemente la película de Hitchcock que menos me ha agradado. Tiene sus puntos, el mayor de ellos es el hecho de que aparezca en lo créditos "directed by Alfred Hitchcock", pero ironías aparte, lo mejor de la película es la impecable actuación de Joan Fontaine, quien le da un aire de distinción al film, desde el primer momento en el que aparece con esas poco favorecedoras gafas de pasta, hasta el previsible final.

Esta película me ha mantenido en vilo, durante dos horas, como lo hicieron algunas de las más famosas del gran Hitchcock.
Gran película, con una intriga escalofriante y a la vez enternecedora, el director hace que nos podamos poner en el papel de Martha, y comprenderla, y en el papel de Sam, haciendo ídem.
Que decir sobre Barbara, nuestra Barbara, tan experta en papeles de mujer perversa, y de Douglas, impecable, en uno de sus primeros papeles.
Nos hace reflexionar, sobre cómo mediante una pequeña mentira, un pequeño error, podemos hacer desaparecer todo lo que tenemos, todo por lo que hemos luchado, y si queremos conservarlo, ha de ser con un precio, caro, por supuesto.

Muestra el hipócrita y falso mundo de las clases altas, eso sí ,con el consuelo de que la vida le da a cada uno lo que se merece.
Recomendada 100%.

He aquí una de las mayores obras maestras del suspense. Cuenta con unos diálogos, como he señalado, asombrosos, llenos de ingenio y vitalidad, con los que, o bien no paras de reirte, o bien escuchas con ahínco. Sir Hitchcock crea un ambiente magistral (de esos buenos, de esos que sólo él sabe hacer) y muy siniestro, pero cargado de un mensaje moral, muy acertado por cierto.Los eternos debates morales sobre el asesinato entre Rupert y el padre de David, la prepotencia del protagonista, los remordimientos de Philiph....con todo ello una servidora sintió placer cinematográfico. También cabe destacar a Stewart, gran gran James, siempre con una interpretación modélica, y el hombre que interpreta a Philiph (disculpen mi ignorancia), que realiza muy bien su papel, con unos muy buenos remordimientos.
Considero a esta, junto con Vértigo, uno de los mejores films de Hitchcock, Sir Hitchcok.