Es difícil hacer una crítica seria de esta película, pero a ello vamos. La idea es profundamente delirante: un hombre repulsivo e indescriptible, con terribles problemas mentales y una madre muy loca, ve una película ficticia, El Ciempiés humano, y la lleva a la realidad. Para ello, secuestra a 12 personas, para lo cual las sacude con barra de hierro o tiros en piernas, y logra el milagro de unirlas boca-analmente.

El personaje, Martin, es un freak, bajito, obeso, calvo y feo con un asma atroz. Para disfrutar de su atrocidad y deleitarse usa un laxante con el resultado que se imaginan. Finalmente sodomiza la punta del gusano. El resultado: una barbaridad.

La realización en blanco y negro, es siniestra y enfermiza. Sólo recomendable para mentes calenturientas y/o curiosas, pues lleva al límite el aguante del espectador ante tan repulsivo espectáculo.

Quedan advertidos.

Ayer vi de nuevo Cotton Club -que ya vi en el cine el día de su estreno- y volví a tener la misma sensación: su puesta en escena es extraordinaria, operística, con un elenco de actores que quita el hipo, con un vestuario y shows musicales geniales, pero todo sin sustancia, sin profundidad ni nada.

Es una película cuyo guion me resulta confuso, donde salen personajes que entran y salen y que nunca sabes por qué. Hay una cosa que me resulta especialmente irritante y es que ofrece una visión aséptica de Harlem, con calles limpias como los chorros del oro, sin bullicio, ni prostitutas, ni borrachos. Parece una zona aristocrática, no una área caliente y con malas gentes. ¿Quién se cree eso? Harlem, es sabido, apestaba a humo y alcohol en sus calles, como queda reflejado en tantas películas de los años 50 ambientadas en la misma época.

En resumen, la película es un acercamiento aristocrático y sin alma al Harlem de los años 20. Se trata, pues, de un vídeo-clip extraordinario, pero vacuo de la mafia.

Es mi primera crítica aquí. Normalmente, antes de comprar o ver una película, miro la puntuación que se le da en Filmaffinity, Y en general funciona a nivel orientativo. Pero en este filme creo que no se acierta.

Tenía esta película y hoy me he decidido a verla. Y me ha sorprendido, porque me ha parecido interesante, terrorífica, morbosa y perturbadora.

Enferma, pero muy recomendable para mentes un poco oscuras.

No es una obra maestra -qué poco me gusta esta expresión-, pero resulta entretenida y disfrutable. La temática de la droga tal como se enfoca en la película me pareció original así como el funcionamiento de la policía conectada en distintos países. Sin embargo puede resultar un poco llena de tópicos y a veces parece una ruta turística por zonas famosas de ciudades europeas (puede parecer una promoción de los encantos de algunas ciudades). Victor Mature interpreta un buen papel, Anita Edberg le da el toque glamuroso y el malo principal, Trevor Howard, está notable (muy arrogante, perdona-vidas). La ambientación (mucho humo y fiesta, calles importantes de ciudades europeas) y la música (frenética en general), correctas.

Ayer vi por segunda vez Pa Negre. Considero extraordinario el film. El director pasa por encima de cualquier maniqueismo entre vencedores y vencidos. Pese a que considero que el franquismo es el régimen más dañino y tortuoso, por su duración y capacidad de putrefacción moral y humana, de Europa, nadie parece atreverse a señalar -todavía enfermo de tanta maldad e infamia- a los genocidas, es decir los vencedores, como lo que son, unos criminales equiparables a los nazis. Como el régimen duró y duró, parece como si se hubiera borrado de la población las atrocidades que causaron los franquistas sobre quien pensaba distinto a ellos.

Pa negre refleja el mal que anidó sobre una familia de vencidos en un pueblo catalán del pirineo. La maldad propia de los humanos, todos, se yuxtapone a esa otra maldad más atroz y sistemática por impuesta a sangre y fuego con el golpe criminal de Franco.

Odio a muerte a los franquistas, a los derechistas de este país manchado de sangre y de odio.